Dada la recientemente renovada atención que merece el tema de las evaluaciones, y que estaremos pendientes de la nueva edición por algún tiempo, consideré un buen momento para sacar a la luz este pequeño reporte. Hace un tiempo, cuando preparé mi ponencia para la conferencia de jueces realizada en Chile, noté durante mi investigación que no había prácticamente nada escrito en español sobre evaluaciones (en inglés hay, pero es muy poco y centrado en la auto evaluación para l3). Además, como hace poco empezó a funcionar la nueva esfera de evaluaciones (con nuestro querido Fede Donner en ella) es que me motivé a traspasar mi experiencia en el tema, conjuntamente con lo que aprendí preparando la exposición.
Latin reviews:
Hace varios años, en una conferencia después de un Gp, Alejandro Raggio le preguntó a Riki Hayashi, en el marco de una exposición sobre evaluaciones, porque hacía tantas (tenía un número inmenso). Su respuesta fue clarificadora “Porque me importa la gente”. Una de las respuestas más comunes cuando preguntamos a nuestros colegas por qué son jueces, es porque algo les importa. Ya sea su comunidad, sus amigos, el juego, etc. Es por esto que las evaluaciones son tan importantes, porque si nos importa alguien, tenemos que tener el valor de decirle tanto lo bueno como lo malo.
Existen dos clases de evaluaciones principalmente. Por un lado, las evaluaciones propiamente dichas, que corresponden a comentarios sobre el desempeño de un colega. Por otro lado, están las entrevistas, que corresponden a las evaluaciones que se realizan en el marco del proceso de certificación (todos tenemos esta, salvo que tengamos un muggle presente). Nos centraremos en la primera clase de evaluaciones.
Partes
Una evaluación está compuesta de tres partes:
1.– Fortalezas, o sea, los puntos buenos del evaluado.
2.– Áreas de mejora, o sea, los puntos que el colega debe mejorar.
3.– Comentarios, acá, redondeamos ideas, damos consejos generales, y desarrollamos puntos en que las fortalezas y las áreas de mejora se entrelacen.
Todo lo anterior es lo básico, la teoría si quieren decirle así, pero en la práctica, ¿Cómo preparar y enfrentar una evaluación?
Anotar
Sobre la preparación, es bueno recordar que la memoria es frágil. Todos los jueces más experimentados cargan libretas, y no solo las usamos para recordar cosas durante el evento. Cuando vemos a un colega hacer algo malo o bueno, no es mala idea anotarlo, ya que eso puede dar pie a una evaluación importante. Otro punto práctico importante es cuándo observar. Lo normal es hacerlo en un evento en que el observador y el observado estén trabajando. Pero, no obstante, si un juez está en un evento en otro rol (jugador, organizador, etc) también se le pueda hacer una evaluación. Por ejemplo, muchas veces un juez jugando un evento ayuda en algo importante a la organización, o mete la pata en algo feo. No está mal recordarle que, a pesar de todo, para lo bueno y lo malo, siempre somos jueces.
Observador
En cuanto al observado, podemos dividir las evaluaciones en dos clases: Verticales y horizontales.
La vertical será cuando le hagamos la evaluación a un colega de nivel mayor o menor al nuestro, y la horizontal, si se le hace a un colega de igual nivel. Es bueno eliminar el mito de que a los jueces nos molesta que nos evalúen colegas de menos nivel. El nivel solo implica la cantidad de responsabilidades que estamos dispuestos a aceptar en el programa. Muchas veces, se pierden las oportunidades de hacer evaluaciones a jueces de más nivel por el solo hecho de tener un respeto mal entendido. Sin importar el nivel, todos necesitamos evaluaciones para mejorar nuestro desempeño y una crítica constructiva debe ser bien tomada, sin importar el nivel o el tiempo que se lleve en el programa. A mayor responsabilidad, más visibles somos ya que hacemos más cosas, lo que debe llevar, naturalmente, a que más gente pueda evaluarnos.
Momentos
Una buena evaluación está compuesta de tres “momentos”. El primer momento corresponde al antes. En el antes, nos preocupamos de observar el objetivo. En un torneo hay momentos especialmente buenos como las reuniones de equipo, o cuando un juez se acerca a dar un ruling. Ese es el momento de las notas, una vez veas lo que quieres mencionar, hay que anotarlo. Es importante que nuestra evaluación venga de la mano de hechos, eso la refuerza.
El segundo momento es el durante. Acá nos sentamos con el observado y mencionamos personalmente lo que vamos a comentar en la evaluación. Para mí, es el momento más importante, ya que determina como el observado se toma los comentarios. El mencionar los aspectos a mejorar, de manera respetuosa y bien fundada, permite absorber aquello de mejor manera y finalmente mejorarlo. Si el tiempo apremia, y no se alcanza a conversar, es preferible enviar un correo (se puede buscar en el judge apps) y mencionar que se hará. Sobre todo si hay varios aspectos a mejorar, eso puede evitar el choque de encontrarse de la nada con una evaluación negativa.
El tercer momento corresponde al después; es el redactar la evaluación. Acá es central revisar las notas que tomamos y además, en lo posible, no dejar pasar mucho tiempo ya que, a mayor demora, tanto el observante como el observado olvidarán más cosas y el impacto de la evaluación será menor.