Hola a todos y bienvenidos. Soy Damián Hiller, juez nivel 4 nivel 3 de Buenos Aires, Argentina, actual coordinador de la esfera de conferencias y líder del proyecto de ayuda a candidatos a L3 para el cono sur de la región (hay un proyecto homónimo a cargo de Carlos Ho para la zona norte de la región).
Un poco de Historia
Llegar a nivel 3 (de aquí en más, “L3” para abreviar) siempre ha sido complicado. Vamos a decirlo clara y llanamente para que no queden dudas de que así fue, es y probablemente será. Se trata al fin de cuentas del nivel más alto de certificación de nuestro programa, que representa la cúpula de lo que el programa presenta al público y, por ello, requiere un nivel acorde.
Semejante nivel de certificación conlleva un proceso largo ya que los aspectos y cualidades que se requieren no son verificables solamente con un “si/no”. Hay que hurgar más a fondo.
En el 2012, al buscar incrementar la cantidad de L3s para acompañar el crecimiento general del programa, se vio la necesidad de estructurar y darle mayor transparencia al proceso y las cualidades necesarias para ser L3.
El proceso de antaño era muy poco claro. Básicamente consistía en que un L2 demuestre tener ciertas cualidades y, de manera más o menos azarosa, logre que el liderazgo del programa lo conozca. Era muy importante, por no decir imprescindible, tener algún L3+ que te recomiende. Lo más probable es que éste L2 fuese invitado una o dos veces a algún evento de alto nivel y de golpe ¡PUM! un examen escrito (del que poco y nada se sabía qué tan difícil era), seguido de una entrevista comúnmente llamada “panel” donde al menos 3 jueces (he llegado a escuchar historias de hasta 6 personas) te entrevistaban sobre las más variadas cosas y si creían que estabas listo, ¡adentro! Sino, a intentarlo nuevamente la próxima.
En fin, basta de historia antigua y de esta introducción que ya se estiró por demás.
La Actualidad
Hoy el proceso está bien documentado y detallado (lo pueden encontrar aqui) pero eso no quita que la gente necesite una guía sobre cómo encararlo. El proceso es largo y con muchas partes y, si bien una vez conocido es bastante simple, no lo es tanto para aquellos que recién se deciden a recorrerlo.
Aquí es donde comienza (¡fa! Costó llegar eh…) el trabajo del proyecto Candidatos L3 – Latinoamerica (Sur), cuyo principal objetivo es el de acompañar a los candidatos desde los primeros pasos, que entiendan los objetivos del proceso y cómo transitarlo hasta llegar a la antesala de su panel.
La primer parte consiste en entender cómo funciona todo el proceso y comprender cómo cada parte alimenta y nutre la siguiente. Cómo la checklist consiste en una serie de requerimientos principalmente cuantitativos y cómo el hecho de ir completándolos debe también ayudarnos a mejorar cualitativamente en las diferentes cualidades requeridas de un juez L3.
Luego pasamos al seguimiento y completado de la checklist donde se acompaña al candidato, no sólo en revisar qué ítems debemos priorizar, sino también qué otros objetivos podemos ir cumpliendo a medida que avanzamos en pos de ir mejorando paulatinamente en cada una de las cualidades. También ayudando en lo posible por destrabar y propiciar las oportunidades necesarias para cultivar esas cualidades y cumplir con los diferentes ítems de la checklist. Este es un gran momento de intercambio, ya que hay varios items que son difíciles de llevar adelante para muchos candidatos, y siempre resulta útil tener a alguien que acompañe en el proceso como consejero.
En la etapa final de la checklist es tal vez donde se produce el momento más fructífero del proyecto, etapa que se extiende hasta que el candidato llega a su panel (pasando por el PEI), porque empezamos a concentrarnos ya de lleno en las diferentes cualidades, tratando de entender primero qué es lo que nos plantean y se espera para luego intentar fortalecer el conocimiento del candidato. Para esto no sólo utilizamos el mail sino que también estamos realizando videollamadas. Estas han dado muy buenos resultados ya que establecemos un espacio donde podemos charlar tranquilos sobre los temas que preocupen al candidato y establecer una relación mucho más cercana y fluida, más allá de las distancias que nos separen.
Para ir terminando y a modo de resumen, el proyecto propone acompañar a los candidatos en su avance y ofrecerles alguien con experiencia tanto en el proceso como en la formación de candidatos para que los aconseje y guíe. Esto no quita que cada candidato tenga otros puntos de contacto y referencia, los que son más que bienvenidos; pero desde el liderazgo de la región nos parece importante promocionar este proyecto. No sólo porque se puede complementar con cualquier esfuerzo individual que cada candidato esté llevando adelante (solo o ya acompañado), sino que ayuda a que sepamos donde está cada candidato, y cómo ayudarlo en lo posible para allanar su camino para que el tránsito por este proceso sea lo más feliz posible.
¿Cómo me sumo?
El proyecto está abierto a todos. Hay sólo un par de requerimientos/condiciones que son más bien una cuestión de respeto, tanto con quien lleva adelante el proyecto como con los otros candidatos:
- Pensá realmente si estás en camino a L3 o si aún te queda camino por recorrer como L2. Si estás en el primer grupo, ¡bienvenido! Pero si te identificás como parte del segundo, tal vez haya otros recursos más apropiados.
- El proyecto te dará tanto como vos le des. No esperes que el proyecto te empuje a L3, el empuje tiene que venir de uno y por cada unidad de esfuerzo que vos le pongas, el proyecto te devolverá igual cantidad. ¡Procrastinadores eternos, abstenerse!
Así que, aquellos interesados escribanme a dhiller@gmail.com y ojalá pronto veamos más y más personas que se animen a comenzar este glorioso camino.