Buenos días/tardes/noches a todos. Mi nombre es Nicolás De Bonis y soy un juez nivel 2 de Buenos Aires, Argentina. Me presento ante ustedes hoy con el objetivo de traerles un artículo basado en una presentación que expuse hace poco.
Este año tuve la suerte de participar en la Conferencia Río de la Plata 2016 a través de la presentación de un taller preparado con la idea de informar y ayudar a los demás asistentes a comprender una parte crucial del programa: los proyectos. Si bien mi presentación estuvo centrada en el artículo publicado en el Blog de Latinoamérica hace unos meses (¿Qué hacen los L3 de la región?), donde se explican los distintos proyectos en los que están involucrados los niveles 3 de nuestra región, preferiría hablarles de la otra parte que abarcó la presentación y que creo mejor para adaptar a formato artículo:
¿Qué es un proyecto?
Creo que una buena definición para proyecto sería “una acción coordinada entre varios participantes con el fin común de lograr uno o más objetivos”. Estos objetivos pueden ser únicos (más prácticamente un “one-shot effect”) o constantes (un efecto continuo). Objetivos únicos pueden ser la traducción de un artículo, de un documento en especial o la creación de un espacio; objetivos constantes pueden ser la mantención de ese espacio, su desarrollo, ir actualizando documentos y traducciones, etc.
¿Por qué existen los proyectos? ¿Para qué sirven?
Bueno, como sabrán, somos parte de un programa. Y ese programa está compuesto por distintos elementos que lo hacen funcionar como tal. Ahora, siempre es posible que se encuentren puntos poco abarcados por el programa, mal abarcados o incluso no abarcados en absoluto. De la necesidad de suplir esta falencia surge un proyecto.
Los proyectos son herramientas de las que disponemos los jueces para poder organizar mejor el programa, reconstruirlo, modificarlo y mejorarlo. Son esas acciones en conjunto que nos permiten adaptar las diferentes comunidades a lo ancho del globo para poder hacer de esta actividad más efectiva y amena. Y lo mejor de todo: cualquiera puede proponer, armar y comenzar un proyecto.
Los proyectos representan un gran componente de la comunidad. Dan cuenta de nuestro gran trabajo como equipo y de las metas que podemos lograr si nos proponemos organizarnos y movernos. Y además, dan cuenta de la increíble capacidad inventiva y pragmática de la que disponemos. Esto se ve en proyectos como el programa Exemplar, el proyecto de Doorkeepers, todo el macro-proyecto de las Traducciones, las Annotated MTR y Annotated IPG, y las miniconferencias, entre muchos otros ejemplos.
¿Por qué debería participar en proyectos?
No sólo tienen la capacidad de mejorar y/o modificar lo que consideramos necesario en el programa y perfeccionar nuestro trabajo en equipo, sino que también pueden ayudarnos a mejorar nosotros como jueces. Los proyectos nos brindan diferentes perspectivas sobre temas que quizás jamás hubiésemos considerado antes y nos dan diferentes herramientas para abordarlos. Ejemplos como el liderazgo, la comprensión de textos, la capacidad práctica a nivel eventos, el acercamiento con jugadores y candidatos y varios otros temas. Ayudan al crecimiento del programa, de la comunidad y de uno mismo. Además, ¿quién sabe? Tal vez gracias a un proyecto logres ver otro cambio que creas necesario, y así podrás movilizarte para lograrlo.