“Tengo la suerte de poder ver más la foto del bosque y no solo la del árbol”
En esta nueva edición de Círculo de historias presentamos una conversación con Adrián Estoup. Además de ser un juez de nivel 3, Adrián, residente de Temperley (Buenos Aires – Argentina), es también el Coordinador Regional (o Regional Coordinator [RC]) de Latinoamérica. Representa a uno de los pilares más importantes (si no es ya el más importante) de nuestra comunidad y también del programa íntegro de jueces, por lo que significó todo un honor y un desafío haber podido llevar a cabo esta entrevista. Sin más preámbulos, adentrémonos en el Círculo de Historias de Adrián Estoup.
Para empezar: ¿Cómo definirías, en tus propias palabras y para cualquier tipo de persona, tu rol como juez y tu rol como Coordinador Regional?
Si bien es algo que puede cambiar de RC a RC, mi creencia es tratar de enfocar las energías y las ganas que tienen cada uno de los miembros de la comunidad para que puedan lograr sus objetivos. Desde mi posición tengo la suerte de poder ver más la foto del bosque y no solo la del árbol, y mi objetivo es poder darle a todo aquel que quiera avanzar en el Programa de Jueces, por los medios o proyectos que quiera, las herramientas necesarias para que pueda lograr lo que está buscando. Un poco de guiarlos en el camino o allanar las piedras del camino que quieran transitar.
En todo esto que es tu rol tanto de juez como de Coordinador Regional, ¿qué es lo que te sigue motivando a ejercer tu rol en la Comunidad?
Bueno, voy a intentar no caer en la respuesta más común, aunque a veces es difícil ya que puede repetirse. El hecho de poder participar con los jueces es una motivación constante. El programa de jueces tiene miembros muy pero muy valiosos; de hecho, si tuviese que elegir los mismos para cualquier ámbito fuera del Programa, los elegiría porque son personas que trabajan muy bien y que en la sociedad creo que son líderes destacados. Trabajar con esas personas es, para mí, una de las principales motivaciones. Y también el hecho de asumir un poco la responsabilidad del crecimiento de la Comunidad es algo que a mí, por mis gustos personales, me motiva. Tener una visión o una meta de hacia dónde quiere ir la Comunidad y poder contar con las capacidades y las posibilidades para contribuir con eso es un desafío y al mismo tiempo una motivación muy valiosa.
Como muchos jueces, desde que empezaste tu carrera hasta este momento, llegaste a tu lugar porque te has propuesto metas. ¿Hay alguna meta específica que te haya enorgullecido cumplir o que aún estás trabajando para cumplir?
Cuando yo llegué a nivel 3 Damián ya era el Coordinador Regional y luego pasó a ser un nivel 4. Opinión completamente personal: Una vez que uno llega a nivel 3 el programa de jueces sufre un cambio bastante importante, ya que el juez nivel 3 no tiene un rol completamente definido ni una guía de cómo avanzar hacia un nuevo escalón; sea este subir de nivel u ocupar el lugar de un Coordinador Regional. Damián siempre me pareció un excelente RC y una de mis grandes motivaciones ha sido llegar a ese punto. Cuando decidió pasar la posta para que yo continuara con el rol de Coordinador Regional fue un gran logro personal. Fue alcanzar una meta que, honestamente, yo nunca creí poder alcanzar. Más que el deseo de ser Coordinador Regional, fue el de poder ayudar a la comunidad, por lo que fue una oportunidad que me llevó a satisfacer ambos puntos. Fue una meta que, sin buscar explícitamente lograrla, me ayudó a conseguir dos logros de una.
Debido a que eres un juez nivel 3 y además por tu rol de Coordinador Regional, tuviste la oportunidad de poder viajar recorriendo el mundo de la mano del programa y de Magic. ¿Hay algún viaje o algún lugar que recuerdes que quieras mencionar?
Este año tuve la posibilidad de ir por primera vez a Japón, asistiendo al GP Chiba. Personalmente pensé que era un país al que me iba a ser difícil llegar, ya que la manera en la que se hacen los Pro Tours cambiaron en comparación a hace años donde siempre había uno anual en Asia. Haber ido al GP Chiba fue una experiencia muy buena; conocer a una cultura completamente diferente. Lamentablemente también había sido seleccionado para el Pro Tour Hawaii y por problemas de calendario tuve que rechazar la invitación. Eso queda como cuenta pendiente.
Muchos jueces, de menor y mayor nivel, te ven como ejemplo. ¿Cómo reaccionas frente a esto y qué podés contemplar?
No sé si en verdad sea un ejemplo para mucha gente, ojalá lo sea, pero no estoy seguro de que así sea. La verdad es que es un orgullo y una gran motivación para seguir trabajando saber que hay parte del programa viendo para mi lado, porque quiere decir que las cosas que uno va haciendo en su rol de líder están yendo bien o al menos repercuten de buena manera dentro del programa. Es un gran incentivo para seguir mejorando y es una gran responsabilidad: es tener la responsabilidad de pensar para poder dar algunos cambios y a veces dar cambios en una organización como esta conlleva paciencia, valor y esfuerzo. Lo que yo hago es asumir los riesgos, pero también tener la capacidad de asumir que uno está equivocado. Es algo lindo, pero como una vez dijo el tío Ben, “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”
Haber formado parte del programa por tanto tiempo y haber reunido tanta experiencia difícilmente no signifique algo personal para vos. ¿Qué crees que aportó tu rol como juez en tu crecimiento personal?
En estos momentos yo intento, en mi vida personal y en mi trabajo por fuera del programa de jueces, trabajar coordinando gente para proyectos de software. Debo decir que el programa de jueces (junto obviamente con la formación de una universidad) fue lo que me permitió desarrollar las habilidades que trato de aplicar a la hora de trabajar con gente. La verdad que el Programa es uno de los pocos proyectos en el mundo el cual te permite, a medida que se empieza a participar en eventos, trabajar con gente de prácticamente de todo el mundo. Trabajar en un GP en Europa, por ejemplo, posiblemente te lleve a compartir el evento con gente de España, Inglaterra, Francia, Finlandia, Rusia, Estados Unidos y hasta Japón. La idiosincrasia de cada uno es distinta, la forma de ver el mundo es distinta y la verdad que poder participar de eso te da una visión mucho más abarcativa de todo. Y eso en la vida te ayuda. Si tuviese que pensar un ambiente en el cual te enfrentas a un desafío y tienes que coordinar a miles de personas en un evento y a decenas de jueces con realidades distintas, hay pocos proyectos en el mundo que te hagan crecer tanto de esa manera. En el Programa de Jueces, uno crece como persona.
Y bueno, llegando ya al último punto, quería saber un comentario tuyo dirigido a cualquier tipo de persona y público sobre tu experiencia personal en el Programa. Lo que se te venga a la mente.
A veces lo que me pasa a mí, y creo que a bastantes dentro del programa también, es que nos juntamos por las fiestas, cumpleaños y demás eventos y te preguntan “¿Y vos qué haces?”. Si bien mi familia ya está acostumbrada, siempre es una novedad decir “Si, yo dirijo un juego de cartitas” y la verdad es que muchas veces te dicen “Ah, sos un geek”, “Sos un nabo”, “Crecé un poco”. Realmente el que dice eso es alguien que posiblemente no comprende. Porque el Programa de Jueces es un programa que a mí me sirvió para crecer como persona, a todos nos sirve para crecer como personas; nos da desafíos constantemente y sigue siendo un juego de cartas y de fantasía. Pero va mucho más allá de eso. No tengo duda de que cualquiera que quiera adentrarse en esto y averiguar un poco va a terminar desarrollándose como persona y entendiendo el crecimiento que el programa supone para cada uno.
Nicolas de Bonis, Buenos Aires – Argentina.