“Seamos buenos, seamos humanos, seamos adultos, seamos jueces”

 Hoy tengo el agrado de presentarles la entrevista mano a mano con Carlos Rada, aquel ingeniero informático que casualmente es nivel 3 y una parte crucial en el desarrollo del programa, estando a cargo de las certificaciones de la región Latinoamericana de habla hispana. Oriundo de Venezuela, actualmente reside en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Sin más preámbulos, los invitamos a leer lo que compartió con nosotros.

¿Usando tus propias palabras, cómo describirías o resumirías tu labor como juez?
Actualmente mi labor principal en el programa es aportar un poco de consistencia y más transparencia al proceso de certificación de jueces, específicamente los candidatos a Nivel 2, con el fin de mejorar la calidad de nuestra comunidad y, por tanto, la experiencia de nuestros colegas y jugadores. La idea es que todo candidato a Nivel 2 y todos los Nivel 2 actuales tengan un proceso estandarizado y fácil para poder subir de nivel o mantenerlo.

¿Qué es lo que más te mueve a seguir desarrollando tu rol en la comunidad?

La comunidad de jueces siempre ha sido para mí una gran familia, un grupo con un gran sentido de pertenencia y que me ha permitido conocer múltiples culturas y hacer nuevos amigos a lo largo del continente. Devolver algo de todo lo bueno que me ha dado el programa es simplemente algo que quiero hacer, para aportar mi experiencia ayudando a crecer a los nuevos jueces y, en conjunto con los jueces más experimentados, crear un ambiente y una comunidad saludable, divertida y amigable para todos.

Como la mayoría de los jueces, desde que empezaste tu carrera hasta ahora te propusiste metas. ¿Hay alguna meta específica que te enorgullezca haber cumplido o que aún estás trabajando para lograr?
Haber logrado mi promoción a Nivel 3 viviendo en un país como Venezuela, con todas las dificultades económicas, sociales y políticas, es algo que me llena de orgullo. Me siento orgulloso por haber perseverado y continuado adelante a pesar de las adversidades, y también por haber contado con el apoyo de mucha gente que me animó y me aconsejó durante el camino. Además que en ese momento estaba terminando de recibirme de la universidad y estaba trabajando a tiempo completo, a la vez de estar casado y dedicar tiempo a mi familia. A veces vuelvo la vista atrás y me pregunto… ¿Cómo lo hice?

Metas nuevas siempre debe haber: en el momento en que nos contentamos y conformamos con lo que tenemos, es el momento en que dejamos de progresar y crecer. Hay que ir siempre hacia adelante y lograr cada vez más cosas.

Tuviste la oportunidad de viajar para ejercer tu rol de juez en varias partes del mundo.¿Hay algún viaje o experiencia que te gustaría mencionar?
GP Las Vegas 2015. Trabajamos todos los días (7 días entre setup y torneo) con una cantidad absurda e increíble de jugadores, con una logística increíble y tantos jueces como para llenar un GP chico. Además de un par de días para visitar y pasear por la ciudad. Un evento memorable que compartimos con amigos y en la que hicimos nuevos amigos y conocimos una ciudad absolutamente increíble.

Muchos jueces de menor y mayor nivel te ven como un ejemplo a seguir. ¿Qué te genera saber esto y qué podés contemplar o razonar a base de eso?
En muchas oportunidades mi motivación a seguir siendo juez está bastante ligada al aprecio que en general recibo de la comunidad de jueces. Que alguien te vea como referencia para cualquier cosa es una gran responsabilidad y lo mejor es vivir acorde a esa responsabilidad, por lo que siempre busco devolver a los jueces lo que los jueces me dan a mí. Apoyo, cariño, amistad y profesionalismo a la hora de trabajar es lo que recibo y lo que doy de vuelta.

Haber sido parte del programa por tanto tiempo y haber vivido muchas cosas gracias a él posiblemente haya dejado su marca personal. ¿Qué crees que aportó tu rol como juez en tu crecimiento personal?
Desde que me convertí en juez tuve la oportunidad de recibir varios consejos y palabras de apoyo por parte de otras personas de otros países y culturas. Gracias a mi interacción con otros jueces pude pulir habilidades como escucha, empatía, atención a los detalles, organización, gerencia de proyectos, manejo de la ira (importante) y cómo hablar con otros jueces y poder transmitir información valiosa de forma tal que pueda ser aprovechada por mi interlocutor. Puedo decir sin ningún miedo a equivocarme que, gracias al tiempo y a la experiencia que he tenido a lo largo de estos años, el profesional y la persona que soy actualmente, se la debo al programa de jueces en gran parte.

Y llegando al final, me gustaría que dijeses algunas palabras propias sobre tu experiencia en el programa. Lo que te surja, sincero y que bien podría estar dirigido a cualquier persona.
Hacer amigos en el programa es importante, tener alguien que te apoye y que tiene tus mismos intereses es algo invaluable. Pero también están aquellos que piensan distinto. Decir las cosas a tiempo, dar un buen feedback a otros y ser respetuosos es parte fundamental para hacer crecer una comunidad sana. Si tienes alguna diferencia con alguien en el programa, lo mejor que te puedo recomendar es que se lo digas, siempre de forma respetuosa y amigable. Las interacciones humanas están siempre llenas de diferencias y malos entendidos, pero en muchos casos la falta de comunicación nos hace asumir cosas que no son ciertas y llevan a males mayores.

Seamos buenos, seamos humanos, seamos adultos, seamos jueces.

Gracias, Carlos, por haberte tomado el tiempo de responder nuestras preguntas y compartir un poco tu visión sobre el programa. ¡Esperamos que muchos puedan aprovechar y aprender con tus palabras!