“Sigo sintiendo un compromiso con todo lo que programa de jueces me ha dado”

Cuando ingresé a este proyecto lo primero que pensé fue en dar a conocer a nuestro querido Jorge Peñailillo. Jorge es un importante actor en nuestra comunidad desde muchas aristas, es uno de los jueces más antiguos de Chile, es el organizador de torneos más importante de nuestro país y tuvo la difícil tarea de organizar la primera conferencia de jueces chilena.

Además de todo esto, vibra por nuestra comunidad como nadie, su tienda, La Forja de Stone. La Forja ha sido la cuna de jueces que hoy se han convertido en niveles dos de nuestro país (como José Luis Miño y Joaquin Arismendi), y es siempre un punto de encuentro para jugadores y jueces.

Jorge es también siempre un compañero juez amable. Desde hace un tiempo hemos comenzado a realizar reuniones periódicas de niveles 2 en Santiago, y Jorge siempre se preocupa de organizar todo en su casa y recibirnos con alguna deliciosa comida.

Luego de esta introducción, ¡pasemos directamente a la entrevista de Jorge Peñailillo Monckeberg, juez nivel 2 de Santiago de Chile!

Cuéntanos un poco cómo te certificaste como juez.

Para certificarme como juez, aplique al Grand Prix Buenos Aires en noviembre del año 2000. Quedé como voluntario. Ya había dado el examen en el latinoamericano de Santiago, dónde fallé en las preguntas de Penalidades y Reglas de torneo (había estudiado reglas obsoletas).

Ese viaje fue en el peor momento. El dólar estaba a la par del peso argentino; además era mi primer viaje fuera del país y por supuesto en avión. Llegué a Argentina en medio de un paro nacional, por lo que el primer día tuve que caminar más de 50 cuadras y comer en un Mc Donald’s, ya que estaba todo cerrado. Ya que era voluntario, mi hostal quedaba a 25 cuadras del venue, por lo que todos los días caminaba mucho. El último día descubrí que el subte me dejaba cerca.

Tomé el examen el domingo, último día, y esperé con ansias el resultado. El examen me lo tomó Juan Del Compare. Cuando me dió el resultado, estaba feliz. El encargado de JO para LA y EEUU de WotC (Reid Schmadeka) estaba muy contento y me regaló en forma especial un pack de cartas foil, entre ellas había una carta Pokémon muy rara que pude vender en U$250,  con lo que me ayudó a pagar el costo del viaje.  Después de la cena de jueces, muy frugal, me fui muy contento caminando hasta mi hostal, sintiéndome muy bien con el objetivo logrado.

¿Qué es lo que más resaltas de ser juez?

Me permitió y me permite abrir mi mente a la diversidad de culturas y personas del mundo. Me ayudó a ser mejor persona. Me permitió mejorar mi inglés (me falta todavía), meterme en internet y hacer de un pasatiempo un modo de vida. Pero lo principal son las personas que he conocido. Tengo grandes amigos dentro del programa de jueces: ese tipo de personas que tienes grabadas a fuego, puedes pasar años sin verlas, pero siempre la conversación se reanuda en forma espontánea y sabes que se puede descansar en ellos.

Has viajado mucho en tu vida de juez, ¿Cuál es el viaje más memorable y por qué?

Ese viaje fue memorable porque tomó casi tres días en llegar allá por las escalas. Fue Santiago-Buenos Aires- New York- Hong Kong- Kuala  Lumpur; para rematar, al llegar se me avisó que mi maleta llegaría al otro día. Casi no dormí en esos días. Llegué y estaba destruido y hediondo (por eso siempre viajo con una muda de ropa en el bolso de mano y con pantalón y zapatos negros). Pero al abrir la ventana de la pieza del hotel, una impactante vista tuve: Las Torres Petronas.

Realmente has viajado y probado mucho de la cocina local de cada país ¿Qué es lo más extraño que has probado? ¿Qué cosa nunca volverías a comer? ¿Cuál es el plato que más te ha gustado?

Lo más extraño , y he comido muchas cosas, son las hormigas culonas de la provincia de Santander en Colombia. Su sabor es como maní salado con centro líquido.

Lo que no volvería a comer es el Tofu Apestoso y los huevos de mil años, lo comí en el desayuno buffet del hotel en Kuala Lumpur, mucho gusto a amoniaco, ni con ají lo pasé. Y hablando de ají, fue en la cena de jueces del Pro Tour que comí el ají más picante de mi vida. Lo pasé, porque estaba seco, pero al tomar cerveza (Tiger), se hidrató en el estomago, me sentí como Homero cuando come Chile en la feria, donde tiene visiones. Fue terrible, y esto duró tres días.

El plato que más me ha gustado fue en esa cena. sopa de aletas de tiburón, aunque sea cruel, y abalón con champiñones. Aunque he comido platos deliciosos en muchas partes.

En tus palabras: ¿Qué es una mala experiencia, y una buena experiencia de ser TO?

La mala experiencia como TO es cuando, por factores ajenos a ti, haces o no haces un torneo.

Por ejemplo, años atrás, antes de WPN, yo organizaba el pre-release más grande de día domingo, normalmente 100 personas en el Burger King de calle Moneda, pleno centro de la capital. Sucedió que en esa oportunidad había un espectáculo en la calle, dentro del ciclo Teatro a 1000 en Stgo. El espectáculo era La Pequeña Gigante (un títere de 20 metros que caminaba por las calles de Santiago en busca de una mascota gigante). Bueno, ya estábamos sentados, a punto de entregar el producto, cuando el gerente del local me pidió desalojar el lugar, básicamente porque prefirió tener espacio para el público. Finalmente solucioné el problema mandando a los jugadores a otro pre-release.

Buena experiencia, cada vez que termina un torneo y los jugadores agradecen por el esfuerzo realizado.

En estos roles de juez y TO, ¿cuáles son tus máximas aspiraciones? ¿Cuáles crees que han sido tus metas ya cumplidas?

Como TO me siento realizado, he subido todos los escalones; me gustaría , eso sí, poder seguir ayudando a los nuevos TO de LA, como lo hice cuando estuve a cargo del Juego Organizado en Latinoamérica.

Como juez, siempre he creído que puedo entregar mucho más de lo que entrego y siento que aún tengo camino por recorrer.

¿Qué opinas de la comunidad de jueces chilena? ¿Y de la latinoamericana?

La comunidad chilena ha crecido mucho en los últimos años, por lo que necesitamos que la instancia de la conferencia sea mejor aprovechada. Claramente los jueces que están solos en regiones apartadas no pueden desarrollarse tanto donde se hacen la mayor cantidad de torneos, por lo que la asistencia a las conferencias debería mejorar.

La comunidad latinoamericana también ha crecido, contando con una muy buena comunicación y buenos líderes. Pero, al igual que Chile, se producen distintos niveles de desarrollo, debido a los diferentes focos, donde se acumulan mayor cantidad de jueces. Es por esto que necesitamos nivelarnos.

¡Pronto estás cumpliendo 15 años en el programa de jueces! ¿Qué te ha motivado a vibrar tan a concho estos 15 años? ¿Qué le dirías al Jorge de hace 15 años que está a punto de tomar la prueba para ser juez?

Si bien no todo ha sido miel sobre hojuelas, he tenido momentos tristes, como es la vida. Sigo sintiendo un compromiso con lo que él me ha dado y siento la necesidad de entregar aun más. El programa de jueces me ha marcado ha fuego por las miles de experiencias de vida que me ha entregado, las que no ocurren sólo durante los torneos.

¿Qué me diría?: “Estudia más”. Si hay dos Nido de ardillas, no colocas dos fichas de Ardillas”, jajaja.
(N. del E.= Cuenta la leyenda que en un torneo de alguna tienda en algún lugar, algún jugador encantó alguna tierra con dos copias de un encantamiento llamado Nido de Ardillas, aquel jugador pensaba que al hacer esto podría poner dos ardillas al girar su tierra. Se dice que Jorge fue llamado a la mesa y, ante la duda del oponente, permitió que al girar la tierra pusiera dos ardillas).

Cristian Sánchez – L2, Santiago, Chile.