… no tan rápido.
Lo primero que se le viene a la cabeza a un juez de Magic cuando escucha hablar de investigaciones es “¡Una descalificación, genial!” o “¡Trampa, trampa, tramposo!”. ¿No les sucede? Seamos honestos, a mí me pasa más de lo que me gustaría. Pero, como muchos ya saben, esto es un error, caer en un facilismo. Les propongo entonces volver a lo más básico para desentrañar la pregunta principal de este artículo: ¿qué es una investigación?
Poco tiempo atrás tuve la posibilidad de asistir al GP Las Vegas 2017. En este tipo de eventos me gusta aprovechar la oportunidad de charlar con algunos jueces de otras regiones y, sobre todo, hacerles algunas preguntas. Como ya tenía pensado escribir sobre esto, me acerqué a jueces de la talla de Kevin Deprez, Ronald Thompson, Louis Fernandes y Jeff Morrow para preguntarles “¿Qué es una investigación?”.
Algunos fueron un poco escuetos en sus respuestas; “toda llamada a un juez que no sea una pregunta de Oracle”. Mmmm… demasiado respuesta de manual y me sabe a poca cosa. “La vastísima mayoría de llamadas a juez, donde intentas determinar la verdad sobre lo que sucedió o está sucediendo”, propuso Louis y fue mi favorita. Para este punto ya tenemos algo parecido a una respuesta para nuestra pregunta inicial.
-¿Qué es una investigación?
-Toda vez que necesitas encontrar la verdad.
También me gusta pensarlo como “siempre que una situación nos presente una duda, vamos a investigar”. O, más simple, si tienes que hacer preguntas (no necesariamente en voz alta) estás investigando. Investigar es mucho más que buscar tramposos; es, sobre todo, clarificar una situación. En el futuro, puedes tener esto presente y saber que siempre que te llamen de una mesa, estarás posiblemente frente a un escenario que merece la pena ser investigado, aunque no haya nadie haciendo trampa, a pesar de que nadie deba ser descalificado. Investigamos mucho más de lo que creemos.
Algo diferente
Como a los jueces nos fanatiza tanto este maravilloso tema y nos apasiona escuchar de investigaciones, descalificaciones y discrepancias insalvables, hay mucho escrito sobre qué es investigar. Mucho más sobre cómo hacerlo. Existen miles de métodos distintos para encarar una investigación y, si les interesa ampliar sus conocimientos al respecto, recomiendo este artículo de hace pocos meses. Sin embargo, para avanzar siempre resulta importante saber dónde estamos parados. Entonces, les propongo algo diferente, qué tal si nos preguntamos “¿Qué tan bueno soy investigando?”.
¿Soy bueno investigando?
Hace relativamente poco tiempo me vi en la obligación de reflexionar sobre mis capacidades para investigar y lo encontré enormemente complejo.
- ¿Cómo se mide una cualidad tan peculiar? No es nada fácil. Mejorar en tus investigaciones exige un nivel de autocrítica elevado. Pero vamos a decir que se mide exactamente igual a como se practica, con preguntas:
- ¿Cómo te aproximas a una mesa?
- ¿Cómo te diriges a los jugadores?
- ¿Qué es lo primero que ves?
- ¿Qué te llama la atención?
- ¿Qué es lo primero que preguntas?
- ¿Tenés una manera preestablecida para aproximarte a una situación de estas?
- ¿Cuál es tu tono de voz?
- ¿Cuál es tu postura corporal?
- ¿Cómo crees que eres percibido por los jugadores?
- ¿Qué palabras usas para interrumpir una partida si tienes algo que averiguar de ella?
Sí, existen cientos de preguntas para pensar las situaciones que tenemos que analizar. En el artículo cuyo link compartimos un poco más arriba, vemos las que se plantean algunos conocidos jueces nivel 3 en cada escenario al que se acercan, pero… ¿Habías notado que todos los jueces se acercan distinto a una mesa? ¿Habías reparado en que algunos llegan y se presenta extendiendo la mano, otros preguntan a los jugadores si están teniendo un buen día, otros en que pueden ayudar y así?
La lista de preguntas que armamos -y todo este artículo- no pretende proponer un método específico de investigaciones o una línea de pensamiento preestablecida, antes bien promover a que empieces a pensarte a ti mismo y tu desenvolvimiento en estas situaciones. Una vez que tengas tus respuestas a preguntas como esas, podrás pensar si quisieras cambiar algo de todo eso.
¿Y cómo hago si quiero cambiar algo?
A riesgo de aburrirlos, vuelvo a mi ejemplo personal: cuando un juez mucho más lúcido que yo me sugirió plantearme estas preguntas sobre mi manera de acercarme a una mesa y demás, me di cuenta que hacía muchas cosas que no quería hacer. Noté inmediatamente que mi aproximación era más tosca de lo que me hubiera gustado: usualmente lo hacía con las manos detrás de la espalda, nunca les preguntaba a los jugadores cómo estaban, sus nombres, si estaban teniendo un buen día o qué podía hacer por ellos. Mis introducciones eran cortas, mis preguntas demasiado directas. Parecería que siempre estaba apurado.
Si bien es cierto que queremos resolver de forma expeditiva los problemas de quienes nos llaman, un manejo como el descrito puede tener dos problemas: darle la impresión a los jugadores de que uno quiere sacárselos de encima lo más rápido posible (como a un molesto trámite) y no dedicarle a la situación suficiente tiempo como para notar algunas cosas importantes.
Más rápido que la vista
“Yo me presento, les pregunto si están teniendo un buen día y cómo vienen en el torneo. Eso ya me da tiempo suficiente para mirar la mesa, entender un poco la situación, por qué me llaman, si están felices o hay un conflicto grave, si tengo que alejarlos inmediatamente para que algo no escale o puedo responder en el lugar” me dijo una vez un gran juez charlando sobre esto. Yo, en cambio, pasaba por estas situaciones casi sin tocarlas: -Hola. ¡Ruling! ¡Paf! A otra cosa.
Ahora se imaginan qué es lo que decidí cambiar y por qué. Cada uno de ustedes podrá encontrar su propio método, el que les salga más natural, que les quede más cómodo y que mejor les sirva para lo que quieren lograr; jugadores familiares que hablan con simpática sinceridad, treinta segundos de introducción que les permita leer la mesa o el estado del juego, etc.
Sí, es una propuesta distinta. Es una invitación a pensarse a ustedes mismos con algo tan específico y particular (pero a la vez recurrente) como la manera en que se acercan a un juego cuando alguien los llama. La primera pregunta será:
¿Estás listo para empezar?
Gran artículo para aquellos jueces que nunca hicieron una investigación, y también muy útil para aquellos que postulamos a ser HJ de algún torneo.
El acercarse a la mesa de forma adecuada, y saber como presentarse, es fundamental para que los jugadores confíen en ti al momento de comentarte la situación. Queremos ser la mejor opción para ellos al resolver el problema, y no dar la imagen del policía que va a colocar la multa de tránsito.