Estás arbitrando un PPTQ y escuchas el típico grito de “¡JUEEEZ!”. Cuando atiendes el llamado ves que se trata de un niño jugando su primer evento competitivo. Su oponente tiene una Avacyn, the purifier en campo. El niño tiene un Fatal Push en la mano y ya intuyes lo que te preguntará: “¿Juez, puedo lanzarle el Fatal Push a la Avacyn transformada?”
Durante el deck check de un PPTQ encuentras que uno de los jugadores tiene en su deckbox varias cartas legales en el formato y que no corresponden al main deck ni al side. Te explica que las consiguió para otro deck antes de empezar el torneo y que no sabía que no podía guardarlas en la misma caja que lo demás.
Se está jugando la última ronda de un Game Day en el que estás como juez. Un jugador con oportunidad de entrar a top fue emparejado hacia abajo con otro que no tiene posibilidad. Ambos son novatos que sólo han jugado un par de FNMs antes de este Game Day. El primer jugador le ofrece al otro un booster a cambio de que le conceda la partida y la oferta es aceptada. Tú observaste todo.
Seguramente todos hemos enfrentado alguna vez ese tipo de situaciones. Son momentos un tanto incómodos porque los lineamientos que debemos seguir sin duda causarán cierto malestar en el jugador o jugadores afectados. Ya sea como en el primer ejemplo en que se sentirá “robado” con la respuesta, o como en los otros dos casos, en los que pueda sentir que la sanción es muy dura para una infracción que desconocía. Y así como es cierto que debe aplicarse la penalización correspondiente, también es cierto que todas son situaciones que los jugadores podrían haber evitado de entrada.
“Es que nadie me dijo”
Distintos tipos de jugadores tienen diversos intereses. Hay jugadores competitivos que constantemente están leyendo artículos sobre el metajuego actual de los formatos, los decks a vencer y demás cosas que les ayuden a ganar y mejorar su juego. Y también hay jugadores más casuales, cuyo interés principal es divertirse y pasar un buen rato, jugar con un deck que se adapte a su estilo y ver si logran conseguir alguna promo en el FNM.
Es importante como jueces saber exigirles a los jugadores según el tipo de torneo que estamos arbitrando, y asimismo encargarnos de educar a las personas de nuestra comunidad local para que entiendan la existencia de tales exigencias, se apropien de ellas y sepan qué esperar cuando vayan a un FNM, a un PPTQ, a un GP, o al torneo que sea. Así como al jugador novato se le hace sentir bienvenido en la comunidad y se le enseñan las generalidades del juego, también se le debe orientar en sus primeros pasos en los eventos sancionados para que tenga muy claro lo que no puede hacer.
Cuando un jugador incurre por primera vez en una de esas conductas que ameritan descalificación, como ofrecer algo a cambio de que le concedan, o definir con algún método aleatorio el resultado de una partida que acabaría en empate, generalmente es por desconocimiento. Probablemente por ausencia de jueces en su comunidad, poca cercanía de tales jueces con sus jugadores, o insuficiencia en transmitirles sus deberes en los torneos.
Juez, jurado y verdugo
Para un jugador promedio, la filosofía que hay tras arbitrar torneos es desconocida. Incluso irrelevante. No es algo en lo que tengan mayor interés, así que su interacción con los jueces en los eventos suele ser mínima. No es raro que al empezar a adentrarse en el mundo del juego competitivo varios jugadores vean con recelo la figura del juez, pues tal vez se avergüencen de alguna pregunta, o teman que algún llamado les acarree una infracción.
Parte de educar a los jugadores es que entiendan que estamos allí para ellos, que al arbitrar, nuestra función es procurar que el torneo salga lo mejor posible para que tengan una gran experiencia de juego. Que queremos ayudarlos, y que tampoco deben sentirse mal si es necesario que se le aplique una penalización a su oponente en caso de ser necesario.
Aplicando la teoría
¿Y cómo hacemos todo esto? Bueno, seguro muchos ya lo hacen. La mayoría de jueces nos certificamos porque justamente tenemos ese interés en que nuestras respectivas comunidades progresen.
Lo más importante es mantenerse como una figura visible dentro de la comunidad. Ya sea en redes sociales, o durante los eventos que se hagan periódicamente en las tiendas locales. Y procurar no solo mantenernos nosotros mismos al día con las actualizaciones de reglas y políticas, sino hacer partícipes también a nuestros jugadores, asegurarnos que se enteren de todo lo que pueda llegar a ser relevante para ellos. Muchos averiguarán por su cuenta, o acudirán a nosotros si tienen dudas, pero mientras esté a nuestro alcance no nos cuesta nada explicarles cómo ha cambiado la regla del CMC de las cartas de doble cara, el ajuste al shortcut de combate, la nueva regla de los Planeswalkers, entre otras cosas.
Conclusión
El programa de jueces está muy pensado en la retroalimentación entre pares y en un proceso de mejora continua. En este mismo Blog, podemos encontrar varios artículos destacando estas interacciones y cómo hacer que las mismas sean lo más fructíferas posibles. Creo que es una filosofía excelente, pero que deberíamos intentar también inculcarla en los demás participantes de una comunidad de Magic. Los invito a hacerlo, y seguramente el día de mañana tendremos que enfrentarnos cada vez menos a esas situaciones tan incómodas que dieron inicio a este artículo.
Es un tema muy interesante que no debe pasarse por alto. Si dejamos de lado la educación de los jugadores y no le damos la importancia que se merece, a la larga surgirá una toxicidad en la comunidad de juego entre jugadores casuales y competitivos