Tiempo prudente antes de un torneo nos dedicamos a prepararnos para el mismo, armamos los equipos, definimos las tareas, debatimos con nuestros colegas y con el organizador y planificamos hasta el más mínimo detalle para que esté todo finamente aceitado y que el evento ande sobre ruedas… aunque esto no siempre sucede.
Todos escuchamos y hemos usado la frase “se prende fuego todo”, normalmente sobre pequeñas cosas y otras veces más complejas, pero en algunas pocas ocasiones esa frase empieza a tomar sentido literal. La razón de esta nota es en base a una experiencia propia y cómo lo impredecible y nuestra intervención pueden afectar drásticamente el desarrollo de un evento.
Un torneo casual cualquiera
Un sábado a la tarde, como todos los sábados a la tarde, decidí ir a jugar un torneo casual junto a mi grupo de amigos a nuestra tienda de confianza. Todo pasaba como de costumbre, el evento se desarrollaba tranquilo, cada tanto había algún que otro llamado y esperábamos al final para ver si podíamos ligar algún crédito o carta promo con nuestras limitadas habilidades de juego.
Todo cambió en la ronda tres cuando, de la nada, un jugador cae hacia un costado, comienza a convulsionar y el pánico se apodera del lugar. Una convulsión en sí es algo más común de lo que creemos, los que tienen conocidos que las padecen o estudiaron sobre el tema saben que mucho no puede hacerse, simplemente tenemos que proteger la cabeza para que no se golpee (colocar una almohada, mochila o abrigo) y dejar que la convulsión pase sola. Si nunca antes vimos una, es una situación bastante violenta, vemos a una persona que de la nada se descompensa, empieza a temblar golpeando todo, larga una gran cantidad de baba y en muchos casos comenzar a orinar y/o defecar. En este torneo, en ese momento, en ese lugar, ninguno de los presentes había visto una. Todos se pararon, algunos intentaron contenerlo, otros comunicarse con el, uno corrió a buscar agua y todos comenzaron a hablar sobre qué sucedía, si la persona estaba muriendo y empecé a escuchar circular el mito sobre agarrarle la lengua.
Lo principal en estas situaciones es siempre mantener la calma, como jueces debemos ser una figura de autoridad y por más que nos sobrepase la situación, el comportamiento que tengamos, el movimiento corporal y lo que podamos llegar a decir va a influenciar mucho sobre los demás. Lo primero que había que hacer era calmarlos a todos, explicarles que el jugador estaba teniendo una convulsión, que era algo común y que había que dejar que pase sola, le colocamos una campera debajo de la cabeza y esperamos. El organizador llamó una ambulancia y luego contactamos con la familia para que lo venga a buscar.
Una vez explicada con tranquilidad la situación todo el mundo se relajó, cuatro jugadores que todavía no habían terminado sus rondas se sentaron y siguieron jugando. Cuando el afectado recuperó el conocimiento por completo le explicamos lo que le pasó y que su familia estaba en camino. Después de esto el torneo continuó normalmente hasta su fin.
Debemos ser una figura de autoridad y, aunque la situación muchas veces nos sobrepase, tenemos que mantener la calma y hacer uso de nuestra mejor herramienta, el sentido común.
Como sea que actuemos va a afectar a todos los que nos rodean y que el evento tenga continuidad es también responsabilidad nuestra. Podemos tomar todas las medidas para que el evento salga lo mejor posible, pero ante lo inesperado es fundamental proceder con tranquilidad, calma y haciendo uso del sentido común.
Peleando contra la marea
Domingo de PPTQ en el Centro Pampa de Dominaria Comics nos encontramos con un clima lluvioso que empezaba a empeorar. En esta ocasión teníamos a Julio Sosa como HJ cuando al final de la ronda uno el clima comienza a empeorar, las calles comienzan a inundarse y el agua se asoma en las proximidades del venue.
Contra todo pronóstico, la ronda está llegando a su fin cuando se corta la luz. Esto no impide que las últimas dos mesas terminen de jugar a la luz de los celulares de los espectadores, aunque el agua comienza a avanzar.
Bajo esta situación cabe destacar la rapidez y el sentido común tanto del HJ como del organizador Facundo Zocola, que decidieron postergar el inicio de la segunda ronda y mover a los jugadores hacia otra sala más lejana que no había sido alcanzada por el agua y así proteger la integridad de los participantes.
Dado que el temporal continuó empeorando, con agua inundando casi todo el venue, el organizador tomó la sabia decisión de suspender el evento. Se permitió que los jugadores conserven el booster que habían obtenido con la inscripción, se pidieron las respectivas disculpas, se devolvió el dinero y se aconsejó a los presentes esperar que baje el agua para salir del establecimiento.
Es importante tener en cuenta que la salud de los participantes es una prioridad inmediata, acompañada de un buen customer service. Por más que la decisión la toma el organizador es destacable que como jueces acompañemos la resolución e intentemos velar por la integridad tanto de los jugadores como del torneo.
Se prende fuego todo, sí, dicen que se prende
Más de uno va a recordar el famoso Grand Prix México 2018 cuando de la nada se disparó la alarma de incendio. Más allá de que por suerte fue una falsa alarma, se logró evacuar a todos los participantes. Es importante el papel del staff en estas situaciones, de organizar y dirigir la evacuación, mantener la calma y transmitir seguridad.
Lo que personalmente remarcó de esta situación es cómo entre el organizador (Channel Fireball) y el HJ a la hora de reanudar todos los diversos eventos, definieron los resultados dependiendo del tiempo de ronda: las rondas que iban menos de 10 minutos volvieron a ser lanzadas. Si iban entre aproximadamente 10 y 30 minutos contaban los juegos terminados. Por último las rondas que pasaban los 30 minutos se le daba ganada la ronda a todos los participantes. Es importante ver la resolución dependiendo de cada situación en particular y encontrar con el organizador la forma más óptima de brindar un buen servicio a los jugadores y continuar con el torneo.
2 vs 1
Largaba la primera ronda del FNM cuando todos notamos que en una mesa eran dos jugando contra uno. A la sorpresa de muchos una jugadora estaba participando con un bebé en brazos.En esta caso, la jueza de turno, Janit Mindis, le ofreció a la participante una mesa fija para que no tenga que moverse durante el torneo (cosa que podemos setear del WER).
El customer service es un papel importantísimo que tenemos que cumplir, esto es algo básico que podemos realizar tanto en esta situación como en cualquier otra con jugadores con movilidad reducida. También sería cordial de nuestra parte buscar a los oponentes al comienzo de la ronda y llevarlos a la mesa.
Queremos que los participantes jueguen, se diviertan y vuelvan a jugar.
Hasta aquí llego con estos ejemplos. Antes de despedirme los invito a compartir las experiencias extraordinarias que les haya tocado solucionar y a pensar en lo importante que es la flexibilidad a la hora de enfrentarnos a los posibles emergentes que pueden aparecer en un evento en el que estemos a cargo.