Como todos sabemos, Magic es un juego muy complejo, con una gran cantidad de reglas que muchas veces pueden darnos algún dolor de cabeza. Por esto existimos nosotros los jueces, estamos para asegurar el correcto desarrollo de las partidas y de los torneos (para eso y para acomodar sillas en los torneos).
Para esto existen diversos documentos que nos ayudan y nos guían a tomar mejores decisiones en situaciones problemáticas. Entre estos documentos tenemos las Reglas Completas, un documento que es la base fundamental para todo juez que desea desarrollar al máximo su conocimiento y sus competencias en torneos. Sin embargo, conocer las reglas del juego es solo el comienzo para desarrollarse como juez de alto nivel.
Para explicar un poco el contexto de nuestra labor, haré una analogía: los torneos son como las PIZZAS!!! Ah no, me equivoqué, eso es de otro artículo…
Pero pensando en el contexto del torneo, existen muchos otros elementos que son ajenos a las propias reglas del juego que debemos aplicar y trabajar, pero que muy pocas veces nos detenemos a pensar sobre ellas o a conversar sobre esto con otros jueces. Dentro de ellas, quisiera referirme hoy a la importancia de nuestra labor siendo líderes de equipo.
Llevo poco más de cinco años siendo juez de torneos competitivos, y en este tiempo he tenido el agrado de participar en eventos de todo tipo, pero hasta hace muy poco nunca me había planteado la posibilidad de liderar equipos en GP. Esto fue así hasta que decidí que era momento de prepararme para subir a nivel 3… y me enfrenté a una realidad muy distinta a la que estaba acostumbrado.
Liderar un equipo va mucho más allá de simplemente ser el responsable de las tareas que te encomienda el juez principal del evento. La forma en que abordás estas tareas influirán directamente en el desarrollo del evento. Muchas veces no nos cuestionamos estas formas, simplemente repetimos lo que hemos hecho antes con la esperanza que todo funcionará de maravillas, pero esto no siempre funciona. Es por esto que hoy quisiera darles tres consejos, basados en mi experiencia, para ser un mejor líder de equipo en sus torneos.
#1: Planificación
Mi primera vez como Líder de Equipo en un GP fue para el GP Santiago 2016 (agradecimientos a Alejandro Raggio y Damian Hiller por esa oportunidad), y el equipo que me tocó liderar fue el equipo de Logística. Parece simple, ¿cierto? Estamos en el día 2 del GP (un candidato a nivel 3 sólo puede liderar equipos en los GP el día 2), existe una dotación sobrante de jueces para la cantidad de jugadores en evento, son jueces de alto nivel que tienen mucha experiencia en torneos, ¿qué podría salir mal?
La respuesta es ¡TODO! ¡ABSOLUTAMENTE TODO PUEDE SALIR MAL!
Quizás exagero, pero lo que quiero decir es que tu labor como Líder de Equipo es evitar que las cosas salgan mal, y de hecho todo puede salir mal. Por eso lo más importante que aprendí de ese evento es: siempre tener un plan de acción para el día del evento.
Una anécdota de este evento es que una de las tareas asignadas a mi equipo era asegurarnos que en el salón estuvieran dispuestas las mesas y las sillas en el orden indicado por el juez principal, y que todos los jugadores tuvieran un lugar para jugar. Al llegar al salón, pude observar que el mismo ya estaba listo para recibir a los jugadores, solo faltaba colocar los números de mesa y el día podía comenzar sin problemas, o al menos eso pensé… Resulta que las sillas estaban ubicadas muy cerca unas de las otras y los jugadores apenas podían jugar. Cuando quisimos cambiar las sillas, nos dimos cuenta que algunas mesas eran más pequeñas que otras, y por lo tanto tendríamos que sacar sillas y ubicarlas en otra parte, pero no teníamos lugar para poner las sillas, y la segunda ronda ya estaba a punto de empezar, y no sabía cuáles mesas eran más grandes que otras, y faltaba cambiar los números de mesa… En fin, como pueden ver, mi falta de planificación con respecto a este ítem hizo que ese día los jugadores estuvieran por tres rondas jugando incómodamente, una situación que como líder de equipo debí prevenir y sin embargo, por mi falta de planificación, no lo pude conseguir.
Tener una planificación previa pensando en cómo se debe desarrollar el día del evento, mirando también cuáles son las responsabilidades de tu equipo, pueden hacer una diferencia enorme con respecto a alguien que no se prepara debidamente en lo que debe hacer como líder.
#2: Tu equipo es importante
Esto no es un slogan motivacional. Al contrario, es una llamada de atención: las responsabilidades de tu equipo son vitales para el correcto desarrollo del torneo. Las labores de cada equipo son importantes. No hay equipos que sean “más importantes” que otros, son todos importantes y necesarios.
Mi segunda anécdota es más reciente, GP Santiago 2017. Esta vez me asignaron para liderar el equipo de Papel (agradecimientos a Damian Hiller y Carlos Ho por la oportunidad). Aprendiendo de mi experiencia pasada en el 2016, esta vez llevaba una planificación, una hoja de ruta que me indicaba cómo iban a desarrollarse las rondas durante el día, ya sabía cuáles eran mis responsabilidades y tenía planificado cómo abordarlas. Parecía que iba a ser un paseo por el parque… excepto que ese parque me tenía guardado algunas sorpresas.
Conforme avanzaba el torneo, me encontré con una dificultad en la penúltima ronda. Debía publicar emparejamientos y posiciones de los jugadores, pero no tenía espacio en las pizarras que estábamos ocupando para publicar ambos elementos al mismo tiempo. “Es hora de improvisar” me dije a mi mismo… gran error. Aprovechando que tenía tres rangos de nombres para los emparejamientos, le pedí al Scorekeeper que me entregara tres hojas de posiciones divididas por los mismos rangos de letras, es decir que las posiciones no aparecerían en orden de ranking, sino por orden alfabético. Por poco fue un desastre.
Mi error no fue el hecho de improvisar (a veces es necesario improvisar, y pueden resultar cosas muy buenas de la improvisación). Mi error fue improvisar sin entender la importancia del objeto sobre el cual estaba improvisando, en este caso, la publicación de los emparejamientos y de las posiciones. Subestimé la importancia de mis propias responsabilidades como líder de equipo, y esto me hizo a tomar una decisión que además tampoco consulté con el juez principal, pensando que era algo de poca importancia.
Aprendí que nuestra labor como equipo es fundamental, que lo que hacemos tiene un impacto real en los jugadores y en el torneo, y que antes de cambiar nuestro plan debemos detenernos a pensar sobre las repercusiones que nuestras acciones tendrán para todo el evento. Esto sólo podremos comprenderlo si entendemos profundamente el por qué nuestros equipos tienen las responsabilidades que tienen, por qué las cosas se hacen como se hacen, y por qué es importante que se hagan de esa forma.
#3 Todo error es una oportunidad de aprendizaje
En mi proceso de preparación a nivel 3 fallé en ambas ocasiones la prueba de líder de equipo. Esto me llevó a reflexionar sobre mis acciones como juez en los eventos, en la comunidad y en el programa de jueces. Lo que pude comprender es que siempre es importante aprender de nuestras experiencias. Por supuesto hubiera preferido no cometer esos errores que me llevaron a fallar en esta preparación, pero sin esos errores no hubiera aprendido valiosas lecciones que hoy en día hacen que sea un poco mejor como juez, un poco mejor como líder.
Mi consejo es que cada vez que tengan un torneo difícil, donde toman decisiones que afecten negativamente el torneo, o donde suceden cosas que por falta de preparación no pudieron resolver positivamente, no se rindan, reflexionen sobre la experiencia y traten de obtener conocimiento de ella. Las experiencias son las que nos ayudan a ser mejores jueces, y el conocimiento en base a esta experiencia hace que tengamos mayor seguridad y control en los futuros eventos en los que participemos.
Pronto estaré en otro GP, y quién sabe, quizás pueda liderar otro equipo en mi preparación a nivel 3. Quizás vuelva a cometer errores, pero lo que es seguro es que esa experiencia se convertirá en un conocimiento que antes no tenía, que me hará ser mejor de lo que soy hoy.