El arte de la investigación – por Álvaro Ibáñez

Reflexionando sobre mi trayectoria como juez, el área que más trabajo me costó aprender, y que he visto que a muchos les pasa igual, es la de las investigaciones. Muchas veces pensamos en una investigación como algo que lleva a cabo el juez principal para determinar si se está haciendo trampa o no, y si debe haber una descalificación del torneo. Aunque esto es algo muy importante, las investigaciones son algo que ocurre en mayor o menor grado siempre que existe una situación de desacuerdo entre los jugadores que nos llamen a su mesa. Sin embargo, es un tema que rara vez aprendemos de manera formal, como una revisión de mazo o algún aspecto de logística. Por lo tanto, espero que con este artículo puedan tener una mejor idea de cómo investigamos y cuándo debemos aplicar estas técnicas.

¿Para qué investigamos?

Investigamos para obtener información que nos ayude a tomar una decisión. Es decir, siempre que tengamos que tomar una determinación, ya sea si un jugador está haciendo trampa, en qué paso de la fase de ataque se encuentra el juego, o cuántas vidas tiene un jugador; nos encontramos ante una situación en la que tendremos que llevar a cabo una investigación. Esta puede ser tan sencilla como preguntar a los jugadores qué es lo que pasó y ver si están de acuerdo; o tan elaborada como hacer cuestionamientos más a fondo no sólo a los jugadores, sino también a testigos. En ambos casos, lo que estamos haciendo es recolectar información que nos ayude a tomar una determinación.

Aquí quiero hacer énfasis en algo muy importante. Lo que buscamos es llegar a un punto en el que podamos tomar la decisión que creemos correcta, y tener un fundamento de por qué la tomamos. No buscamos llegar a una certeza absoluta. Es muy fácil caer en esta idea de que si no estoy 100 % convencido de lo que pasó, no puedo tomar una decisión. Esto es un error muy común.

¿Qué buscamos?

Sin importar cuál sea exactamente la situación, lo que siempre busco al investigar son cosas que me ayuden a ir eliminando o confirmando escenarios. Ante una situación de investigación, existen varios escenarios posibles, y lo que hago es ir descartando estos escenarios hasta quedar con uno que es el más probable.

Por ejemplo, digamos que tenemos un caso en el que un jugador X tiene en su mazo algunas cartas con doble protector, pero la mayoría con un sol protector. Al revisar las cartas, son dos Planeswalkers y una criatura legendaria. Al preguntarle al jugador sobre los protectores, contesta que esas cartas son prestadas e hizo eso para diferenciarlas y protegerlas al mismo tiempo. ¿Qué podríamos encontrar que elimine o confirme esta historia? Si dice que esas cartas se las prestó el jugador Y, podemos encontrar a este jugador y preguntarle si le prestó cartas al jugador X y cuáles son. Si recibió las cartas en el lugar, debe de haber tenido los protectores ahí mismo, así que podemos pedir que nos enseñe los otros protectores que debe de traer consigo. Podemos ver si alguna otra copia de las cartas está en el mazo pero sin doble protector. Podemos incluso revisar la lista de mazo para ver si estas cartas están juntas y al final del mazo o de una sección, quizás indicando que son una adición tardía.

Todos estos elementos pueden ayudarnos a confirmar o descartar su versión, o hacernos sospechar que está haciendo trampa.

Algo muy importante es tener una hipótesis de trabajo de qué es lo que pueda haber pasado, para no estar buscando ciegamente información, sino ir de manera más dirigida a confirmar o refutar esta hipótesis. Pero igual de importante es poder abandonar esta hipótesis cuando surge información que la contradice. Es muy fácil cegarse a otras posibilidades una vez que tenemos ya en mente una. Nuestra hipótesis de trabajo va a surgir de acuerdo a la primera información que tengamos. En caso de que estemos tratando con historias de jugadores que no coinciden entre sí (como por ejemplo en qué fase del combate están), es importante encontrar el último punto en el que están de acuerdo y empezar desde ahí nuestra hipótesis e investigación.

¿En qué nos apoyamos?

Existen varias cosas en las que podemos apoyarnos para encontrar nuestra respuesta. Lo primero va a ser siempre lo que los jugadores nos dicen, pero muchas veces necesitaremos usar otros datos para poder confirmar o descartar hipótesis. El registro de vidas y cualquier otra nota hecha durante el juego pueden ser de gran utilidad, no sólo cuando existe una discrepancia en las vidas, sino para ayudarnos a reconstruir diferentes partes del juego que pueden ser relevantes.

Una de las preguntas más importantes que podemos hacer cuando estamos tratando de resolver un desacuerdo, es investigar cómo han manejado los jugadores la misma situación anteriormente en la partida. Por ejemplo, digamos que el jugador P insiste que su oponente esperó a ver cómo iba a atacar él, antes de jugar un instantáneo, mientras que el jugador Q dice que P no le dio suficientemente tiempo antes de declarar sus atacantes. El cómo ha declarado atacantes anteriormente P, y cómo los declaró esta vez nos puede ayudar a saber cuál de las dos historias es más probable. Pero también el cómo ha respondido normalmente Q a eventos del juego nos dará mucha información.

Otro recurso importante es cualquier otra persona que pueda haber observado algo que nos dé información. Desde espectadores del juego hasta oponentes pasados y otros jueces, estos ojos extras son un excelente recurso.

¿Cuándo nos detenemos?

Es muy importante saber cuándo tenemos que concluir nuestra investigación. Muchas veces, querer no equivocarnos a la hora de una decisión importante hace que las investigaciones duren mucho más de lo que es necesario, y esto perjudica al torneo.

El momento de detenernos, es cuando ya no creemos poder obtener ninguna información que nos pueda hacer cambiar de opinión. Esto puede ser porque las cosas están completamente claras, pero también puede ser porque ya no hay manera posible de obtener más información relevante. Si lo único que podría hacerte cambiar de la opinión que crees más probable en ese momento, es algo completamente improbable – como que el jugador espontáneamente confiese haber hecho – es hora de detener la investigación e ir con lo que en ese momento creemos más probable.

Aquí es importante recalcar el hecho de que, si tenemos argumentos para respaldar nuestra decisión, la determinación a la que lleguemos cuando ya no esperamos más información que nos pueda hacer cambiar de opinión es la decisión correcta, independientemente de si corresponde completamente a lo que pasó en realidad. Lo más que podemos hacer y lo que se espera de nosotros, es llegar a una conclusión fundamentada con la información disponible y resolver el asunto para que pueda proseguir el torneo.

Investigando posibles trampas

Finalmente, hay tres cosas que quiero recalcar cuando estamos investigando una posible trampa.

La primera es tomar en cuenta el riesgo/beneficio. Es decir, ¿existe un incentivo para que el jugador fuera hacer trampa y arriesgarse a ser descubierto? Cuando estamos en un match para asegurar el Top 8, la recompensa y la tentación de hacer trampa es mucho mayor que en la última mesa en la última ronda, aunque eso no quiere decir que no pueda existir el motivo; alguien puede querer no irse sin ninguna victoria en el torneo, por ejemplo. Pero debemos tomar en cuenta este factor a la hora de armar nuestras hipótesis.

La segunda es recalcar que no es necesaria una certeza absoluta o pruebas indiscutibles para descalificar a alguien que creemos que está haciendo trampa. Esto no es una corte legal. Si creemos que hubo una trampa y tenemos una justificación de esta creencia con base en la metodología que hemos visto anteriormente, esto debe de llevarnos a una descalificación por trampa. Esto no quiere decir que descalifiquemos a diestra y siniestra, sino que no tengamos miedo de hacerlo cuando es lo correcto.

La tercera es tomar en cuenta que ser investigado por algo así, es estresante y puede afectar la conducta de los jugadores. De nuevo, esto es solo un factor a tomar en cuenta y no quiere decir que no nos fijemos en si cambia su historia o cuál es su actitud en general, pero no asumamos inmediatamente lo peor. El que esté nervioso no significa que sea culpable. Tratemos de ayudarlo a calmarse no siendo persecutorios y tratando de ayudarle a expresar lo que quiera decirnos o lo que le hayamos preguntado. Así obtendremos mejor información para nuestra determinación.

Espero que este artículo les haya sido de utilidad para llevar a cabo mejores investigaciones y poder proteger aún mejor la integridad de sus torneos.

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