¡Un Ruso! ¡Un Ruso!.
Max es un árbitro nivel 2 afincado en Vitoria pero ruso de nacimiento. Se certificó hace ni se sabe y, a pesar de los años, sigue siendo uno de los árbitros más activos de la comunidad, participando en múltiples proyectos y asistiendo como árbitro a multitud de torneos, tanto nacionales como internacionales.
Se le conoce no solo por su larga coleta, sino porque es un contador de anécdotas incansable. Vamos a conocer un poco más sobre él.
Hola Max.
Esta pregunta es obligatoria: ¿cuándo conociste Magic? ¿quién te enseñó el juego? y, ¿te gustó desde el primer momento?
¡Hola Marina! Gracias y encantado de charlar un rato.
Pues tiene guasa la historia, todo empezó con una tirada a cara o cruz… (niños, no hagáis esto en vuestras partidas). Allá por 1997, con 10 años de edad, nos solíamos juntar tres compañeros de clase reconvertidos en amigos en casa de uno de nosotros, el único que tenía ordenador. Por su cumpleaños, a mi amigo David, que era en casa de quien nos juntábamos, le querían regalar un juego de ordenador y se estaba debatiendo entre dos.
Uno que era multijugador (offline, por supuesto) que tenía pinta de ser divertido, que ahora ya no recuerdo cuál es; y otro juego que llevaba desde principio de año dando de qué hablar y tenía pintaza, Diablo, pero que tenía la pega de que solo podía jugar uno al mismo tiempo. Nos pidió consejo pero no eramos capaces de decidirnos así que lo jugamos a cara o cruz. Ganó Diablo.
Como solo podíamos jugar turnándonos, los dos que nos cansábamos rápidamente de mirar cómo juega el tercero, decidimos probar un juego de cartas que también le habían regalado…
La verdad es que al principio, como era el “parche” mientras esperábamos a que nos tocara jugar al ordenador estuvo un tiempo en segundo plano, pero poco a poco fue tomando protagonismo.
Y sí, ésta también es la historia de cómo me aficioné a la saga de Diablo.
Te certificaste hace bastantes años (¿2006?) . Tanto el juego organizado como la comunidad de árbitros ha cambiado mucho en este tiempo. Cuéntanos un poco tu evolución dentro del programa.
Efectivamente, en abril de 2006, aparecí en el GP de Barcelona y después de estamparme en el evento principal, de sellado de Ravnica (pero por lo menos me abrí una shockland, que por aquel entonces casi me pagaba el torneo), me acerqué a una zona en la que hacían exámenes para ser juez. Allí un tal Alfonso Bueno acompañado de su aprendiz Carlos Ho me dio una hoja con unas pocas preguntas para responder por escrito, para decidir si me darían la oportunidad de presentarme al examen. Ese fue mi primer contacto con el programa de jueces.
Una entrevista y 50 preguntas después. ¡Era L1!
Las plataformas de comunidad que conocemos hoy, en aquella época era un grupo de Yahoo para los jueces españoles y dos listas de distribución de correo internacionales, una para cuestiones de reglas y otra de políticas. ¡Ah! Y el Centro de Jueces, una web arcaica en la se iba a implementar la posibilidad de hacer exámenes de práctica pero eso de staffear torneos era todavía una utopía.
Después de arbitrar algún torneo localmente, contacté con Iván Negrete en un regional en Burgos y me acogió para ayudarle en sus PTQ. Iván, que todavía a día de hoy regenta Avalon Burgos, solía organizar torneos por todo el norte de la península, especialmente en Castilla. Recuerdo con cariño el primer PTQ que arbitré con él. Mazo sellado con Discordia, en las CLN de Valladolid en julio de 2006. Al año siguiente solicité arbitrar el Nacional ¡y me seleccionaron! Después de ese pedazo de ambiente en el torneo y a su alrededor, no podía imaginarme haciendo otra cosa.
El resto fue rodado, de torneo en torneo y de cena de jueces en cena de jueces. Me terminé de enganchar del todo cuando en París le dije a un juez italiano, “nos vemos la semana que viene en Praga”.
Veterano árbitro y poseedor de camisa de rayas. Cuéntanos algo que ha mejorado y algo que ha empeorado con el paso de los años dentro del programa de jueces.
La verdad es que, en mi opinión, prácticamente todo ha ido a mejor. Siendo un grupo autogestionado, nosotros nos lo guisamos y nosotros nos lo comemos. En general cada vez que la comunidad ha visto algo a mejorar se ha hecho un esfuerzo por mejorarlo, con más o con menos éxito, pero el simple hecho de intentarlo ya marca la diferencia. Sin olvidar que estamos aquí porque arbitramos Magic, lo que hace grande esta comunidad es que los propios miembros decidimos en qué dirección nos movemos y que nunca nada es obligatorio.
Si tengo que destacar una cosa es la creación y gestión de proyectos, que consiguen mantenernos en contacto, ocupados y al día sin la necesidad de que haya torneos continuamente.
Una cosa que sí me chirría un poco y que se ha dado sobre todo en los últimos años es el intento de profesionalización del arbitraje. Algunos jueces tratan de ganarse la vida con esto y, sinceramente, creo que aparte de un error como medio de vida, creo que va en detrimento del resto de la comunidad.
Arbitras tanto nacional como internacionalmente. Habrás vivido multitud de situaciones curiosas. Como el buen contador de historias que eres, cuéntanos lo más sorprendente que te ha pasado durante un torneo.
Sí que me han pasado cosas curiosas, algunas solo las contaré con una cerveza en la mano (o cinco).
Me podría tirar horas hablando de situaciones curiosas pero me voy a quedar con dos.
Un sábado de un GP, tirando más hacia el final de mi turno, estaba yo paseando entre las mesas de los torneos de 8 personas, colocando sillas y pensando más en la ducha que necesito y en la cena de después que en la poca gente que queda jugando cuando, de repente.. ¡¡¡Juez!!! Me giro y veo un jugador que viene hacia mí, trotando y esquivando sillas con una agilidad sublime para tratarse de un torneo de Magic. Se está medio riendo.
–“¿Te puedo pedir algo un poco inusual?”
Me quedo pasmado durante un tenso segundo, me ha pillado por sorpresa.
–“Claro, dime; pero no te aseguro que te vaya a responder”.
–“¿Podrías arbitrar un concurso de mantener la mirada?”
Resulta que era un Chaos Draft en el que habían drafteado un sobre de Unhinged. Hay una carta que te pide precisamente eso, jugar con tu oponente a manteneros la mirada.
–“De acuerdo, pero no lo haré yo solo”. Fui a buscar a otro juez y, sin decirle de qué iba la cosa le pedí que se colocara a un lado de la mesa, con la mano a unos centímetros por encima de la mesa y que observara si un jugador parpadea. Si lo hacía, tenía que golpear la mesa con la mano. Yo haría lo mismo con el oponente.
Os podéis imaginar cuánto nos reímos. El que jugó la carta ganó el concurso y pudo matar un bicho de su rival.
Otro momento un tanto surrealista me pasó en un Arcanis. Yo era Juez Principal de la porción de Legacy y uno de los jueces se me acerca con cara de descolocado. –“Tengo una apelación, pero es un poco extraña”.
Dejo lo que estaba haciendo para atenderle y me cuenta que le han llamado de una mesa para preguntar el texto oracle de una carta, cosa que ha hecho. Si vais a arbitrar Legacy recordad tener a mano los textos oracle porque muchas cartas no hacen lo que tienen impreso, o están en idiomas exóticos, foil, alteradas o todas las anteriores al mismo tiempo.
Éste juez mostró el texto oracle con su smartphone y al jugador no le pareció bien, creía que esa carta era demasiado poderosa y no podía ser que ese fuera su texto.. así que utilizó su derecho a apelar.
Algunas cartas son liosas si no acostumbras a jugar con ellas.
Con tu bagaje como árbitro habrás visto de todo. ¿Qué es lo mejor que te ha pasado arbitrando? ¿ Y lo peor?
Casi todo es bueno, la verdad. O al menos los buenos momentos se graban mucho mejor en la memoria, sobreescribiendo las malas experiencias.
Aparte de la ya mencionada frase de “Te veo la semana que viene en Praga”, lo mejor que me ha pasado es notar el apoyo del resto de compañeros en una situación complicada.
En mi primer Nacional, que yo era todavía un pipiolo tanto arbitrando como en la vida, hice un deck check a un jugador famoso por tener una labia envidiable. Antes de coger los mazos observé que claramente no había barajado lo suficiente. Completé el resto del deck check sin más contratiempos. El barajar insuficientemente en aquella época se penalizaba con un Game Loss.
Lo comenté con el Juez Principal, Alfonso Bueno, y procedí a explicar la infracción y dar la sanción al jugador. Éste jugador, después de escuchar con mucho respeto mis explicaciones, aunque aceptaba la infracción no estuvo de acuerdo con la sanción así que, aparte de apelar, visiblemente molesto, me acusó de sabotearle el torneo y aplicarle un Game Loss injusto bajo su punto de vista, amenazando con reportarme a Wizards.
En este momento, Alfonso me vio que no sabía qué hacer e intervino. Muy decididamente se ofreció a ser él el reportado ya que había autorizado la infracción y la sanción. Finalmente no pasó a mayores.
No solo en el momento sino también comentando después la situación me sentí muy arropado por el resto de jueces del torneo y desde entonces trato de hacer yo lo mismo.
El momento que menos me gustó fue en un Open Iparmagic, que organizábamos en Vitoria con una cantidad bastante sustancial de premio en metálico para el top8.
En cuartos de final se enfrentaban dos jugadores locales, ambos amigos míos. Uno de ellos era la primera vez que iba a ganar un premio en metálico y estaba eufórico. Para maximizar sus ganancias hicieron un pacto ilegal, ésto llegó a mis oídos y tuve que descalificarles. No me sentí nada bien teniendo que descalificar a un amigo, especialmente en un momento de euforia para él como era aquello, que vio que se esfumó el premio que se había ganado por un momento puntual de avaricia y por no haber preguntado antes.
Por lo menos ambos aprendimos de la situación.
Eres uno de los Manager del Arcanis, uno de los torneos más grandes y más “atípicos” que se celebra a nivel nacional. Va por su edición número quince. Me consta que su evolución, hasta llegar a lo que es hoy, os ha puesto a prueba más de una vez y os ha hecho afrontar nuevos retos. Cuéntanos algunos.
La verdad es que sí, al ser un evento que está englobado dentro de un programa que está en constante evolución, cada edición supone un reto nuevo porque siempre hay cambios con respecto a lo anterior. Kepa Arrieta y yo nos encargamos de la selección y gestión del equipo arbitral y eso va ligado directamente a las necesidades del evento.
Aunque los últimos años estos cambios han sido bastante pequeños, no siempre es fácil prever las necesidades de un evento que empieza con la idea de acoger 150 jugadores y acaba siendo un torneo de 250 separado en dos salas y una cafetería.
Además, es un evento diferente a otros eventos competitivos en cuanto al ambiente general que se respira. Es un ambiente más distendido y amigable en el que la nota general es ir a pasarlo bien jugando mucho Magic a lo largo del fin de semana, y para eso también hay que adaptarse.
Manejar 250 jugadores de manera eficiente y mostrando una cara amigable a la vez que se mantiene la integridad del torneo no es tarea fácil.
Desde aquí invito a todos que se animen a venir a alguna edición. La selección para arbitrarlo es muy dura pero siempre tratamos de incorporar alguna cara nueva. Y si no, ¡jugarlo es divertidísimo!
Llevas mentorizando bastante tiempo. ¿ Qué le dirías a los nuevos árbitros que se incorporan al programa? ¿Y a aquellos que están pensando iniciar el proceso?
Si estás leyéndonos es que te gusta Magic. Probablemente sepas qué es un juez de Magic o al menos sabes que existimos y te habrás dado cuenta de que no nos gusta estarnos quietos.
Magic es un juego que se puede disfrutar a muchos niveles y uno de ellos es precisamente éste, desde detrás de una camisa negra.
Al prepararse para el examen de jueces vas a aprender muchas cosas sobre éste juego, detalles sobre reglas que ya conocías, reglas sobre interacciones un poco extrañas que no se dan habitualmente y cómo arreglar los errores más comunes cuando alguien se equivoca. Todo esto, aparte de para arbitrar torneos, también ayuda a la hora de jugar. Tendrás un mejor entendimiento de las reglas, sabrás qué va a pasar si activas una habilidad en un momento o en otro… en definitiva, tendrás más conocimientos en los que basar tus decisiones estratégicas.
Pero la camisa negra la llevamos solo desde que empieza el torneo hasta que acaba. No quiero decir que no eres Juez de Magic fuera de los torneos, ¡al contrario! Igual que tu profesión no acaba cuando fichas la salida de trabajar, no se te olvida todo lo que sabes mágicamente hasta el día siguiente. La gente te preguntará dudas ya sea martes o sábado por la noche.
Lo que quiero decir es que, aparte de arbitrar torneos, tenemos muchas más formas de juntarnos y pasar un buen rato. Hacemos conferencias, quedadas, cenas y un sinfín de proyectos que a la vez que ayudan a mejorar algo de la comunidad de Magic nos hacen crecer como persona, aprendemos cosas nuevas y conocemos gente fascinante.
Por poner un ejemplo, en las conferencias de jueces más o menos la mitad de lo que hablamos tiene que ver con reglas como tal, la otra mitad implica habilidades transversales que son tan aplicables a la vida misma como a los torneos y organizamos actividades y juegos para pasar un buen rato entre nosotros.
Junta 50 frikis en un campamento o casa rural y ni te imaginas las cosas que pueden salir de ahí.
A mí en concreto, lo que me mantiene más motivado para seguir arbitrando después de tantos años es la gente que he conocido por el camino y la gente que me queda por conocer. Algunos de mis mejores amigos son o han sido jueces de Magic y les he conocido gracias a ésto.
No os engañaré, hay que estudiar mucho y quien os diga lo contrario es porque ya tiene parte de ese estudio hecho. El temario lo suelo comparar con una asignatura cuatrimestral fácil. Hay quien necesita más y quién necesita menos esfuerzo, pero no es una carrera, no hay que tener prisa pero tampoco dejarlo olvidado, que luego cuesta recuperar.
Si te acabas de certificar, ¡enhorabuena! ¡El resto de jueces estamos deseando conocerte!
Toca hablar de cartas. Sabemos que te gusta jugar mazos “peregrinos” con 200 cartas y aquellos que nadie se atreve a jugar. ¿Cuál es tu formato favorito?¿Y tu color favorito? ¿Y tu carta favorita?
Mi formato favorito es sin duda Beer Commander. Es igual que Commander pero con un ambiente distendido, en el que ganar no lo es todo. Habitualmente las partidas terminan porque ya no queda más cerveza, de ahí el nombre.
De formatos competitivos me gusta Modern aunque no le digo que no a algo de Legacy de vez en cuando, pero no soy un jugador muy competitivo.
No tengo un color favorito, aunque reconozco que la combinación Orzhov me tira un poquito más que el resto.
Mi carta favorita es el Anhelo de la Mente. ¿Jugar cartas gratis? ¡Sí, por favor!
Por último, y como ya es tradición en esta sección, necesitamos que nombre a algún árbitro al que hacer una entrevista en nuestro próximo Glaring Spotlight.
Tenemos representación más allá de nuestras fronteras y molaría saber qué nos pueden contar. De un desplazado vasco a un vasco desplazado, Javier Martín Arjona, ¡te elijo a ti!
Muchas gracias Max. Espero que nos podamos ver pronto y compartir alguna bebida rosa tras la sensación de un torneo bien hecho.
Gracias a ti, Marina, ¡y a todo el equipo del blog! Hay muchas cosas que han quedado por contar así que ya sabéis, en el próximo evento estaré encantado de contarlas con una cerveza en la mano.
Agradecimientos