Círculo de Historias: Federico Donner

“Siempre encuentren el lugar donde están cómodos, piensen qué le pueden dar a la comunidad y también qué les va a dar más satisfacción recibir y quédense ahí”

 

¡Bienvenidos a un nuevo Círculo de Historias! En esta ocasión, desde la República Oriental del Uruguay, el juez que mejor se viste de la región, Federico Donner, nos cuenta sobre su crecimiento con el programa y las particularidades de pertenecer a una comunidad pequeña.

Quick facts
Nombre: Federico Donner
Nivel: 3
Ubicación: Montevideo, Uruguay
Ocupación: Ingeniero en Electrónica
Carta favorita: Cuando el daño de combate iba a la pila era Yavimaya Elder (4 por 1), ahora Field Surgeon
Carta mas odiada: Capsize o Cyclonic Rift
Formato favorito: Vintage cube (team rochester preferentemente)
Comandante: Uh, varios. Ahora me está gustando mucho The Gitrog Monster pero siempre voy a tener un lugar en mi corazón para Godo, Bandit Warlord

1- ¿Desde cuándo jugás?
Empecé a jugar en el  97 o por ahí. Mi primer torneo fue en un local que había acá y era de Standard. Yo no sabía lo que era Standard, obviamente, y fui con mi mazo Mono Red de trasgos y llegué y el juez me dijo que la mitad de mis cartas no eran legales en el formato. Mi primer torneo en el que más o menos sabía lo que estaba pasando fue el pre release de Urza’s Legacy y fue muy gracioso, porque en ese torneo aprendí lo que era un proxie. Nunca se me había ocurrido usar papelitos cuando me faltaban cartas y vi un tipo jugando con papelitos y yo pensaba “¡¿qué está haciendo?!” Jugué muy competitivo como hasta los 15 o 16 todo el tiempo y después dejé de jugar como en 2003, que fue muy acertado porque entré a la universidad. Si hubiera seguido con Magic no sé si me hubiese recibido. Entonces me recibí y jugué algún pre release entre medio. Y cuando terminé la facultad  fue “tengo mi vida de vuelta, tengo mis fines de semana libres” y ahí me metí a organizar torneos. Hubo un torneo acá que era grande, tenía de premio un set foil que ganó un jugador en un torneo de MOL, y no había jueces activos en Uruguay, así que me ofrecí para ayudarlos y me gustó.

2- ¿Y ahí empezaste tu camino para hacerte juez?
Claro, eso fue a principios de 2010 y en el nacional de acá venía un juez argentino porque no teníamos niveles 2, Franco Bonazza. Eso fue muy gracioso, porque ganó el Nacional de Argentina la semana anterior, vino a Uruguay a correr el de acá, le prestó su mazo a un jugador y ganó el nacional acá, con las mismas 75. Yo ayudé a correr el nacional y luego rendí. En ese momento era el único juez junto con otro nivel 1 que era de los mejores jugadores competitivos que tuvo Uruguay, Federico Rivero, pero él se certificó porque no había jueces y estaba bueno que haya, pero nunca le interesó. Es más, cuando yo me certifiqué empecé a descubrir el podcast de jueces, las paginas, y yo le decía “mirá, escuchá esto” y él me decía “no, man, no me importa, yo me certifiqué porque no había jueces”. Entonces yo le robé el protagonismo de organizar torneos y ayudar a la tienda de acá.

3- Y desde que vos te certificaste hubo muchos jueces nuevos en Uruguay.
Sí. A ver, voy a ver si me puedo acordar la cronología, aunque le voy a errar en algo. Yo me certifique en 2010, en 2011 ya era nivel 2 y corrí el nacional de acá con Fede Rivero y 2 candidatos, uno fue Diego Kiedansky, que se certificó ahí y llegó a ser nivel 2. Un año después ya fueron los WMCQs y ahí nos ayudó Emilio y se certificó (le tomó el examen Diego). Al año siguiente Baldriz y ahí hubo una pequeña pausa. Y después se certificaron Matías Urban, Mauro Betschart, Facu y Zeta, que siempre fue juez, pero lo formalizamos. Muchos para tener una sola tienda en el país. Hoy en día Urban ayuda a correr todos los FNMs junto con Zeta, Facu está mucho más activo en proyectos que en torneos y estamos Diego y yo, que vengo muy poco a la tienda.

En su momento, cuando era el único juez, cometí el error de decir “Uruguay tiene una sola tienda y no se precisan más jueces”. Entonces nunca hice un esfuerzo para certificar, yo venía a todos los torneos y era suficiente. Se puede interpretar como que era egoísta y quería todos los torneos para mí, lo cual un poquito de verdad tiene. Pero era que yo honestamente pensaba que iba a certificar un nuevo juez y se iba a aburrir. Damián, que era el Coordinador Regional en ese momento, me habló mucho y me convenció de que eso no era cierto y, en el momento en el que empecé a mover la comunidad y hacerla crecer, certificamos 7 jueces más. Yo me he equivocado en eso. Es verdad que muchos jueces no encontraron su lugar y se terminaron yendo, pero nunca pensé que hubiera lugar para tantos jueces. Y también yo me retiré del amiente local, jueceo los PPTQs y el Nacional hoy en día, y empecé a ir a GPs.

4- ¿Tenés idea a cuántos GPs fuiste?
No estoy seguro, pero cerca de 35. Tuve muchísima suerte, porque en Uruguay el producto siempre fue muy caro. Entonces yo viajaba, me pagaban con cajas, volvía a Uruguay y las vendía a la tienda, entonces los dos nos ayudamos mutuamente y así pude viajar mucho. Además empecé a viajar en una época en la que no había tantos jueces y no era difícil entrar a un GP: de Latinoamérica no viajaba mucha gente, así que si veían a alguien de acá que aplicaba lo aceptaban. Y así entre en una calesita de torneos súper completa.

5- Y hoy en día ya sos uno de los jueces establecidos en cierta forma en el circuito de GPs con, por ejemplo, la Keystone de Starcity.
Sí, el año pasado quedé con Keystone por suerte y este año me ofrecieron entrar en el Keystone de Channell Fireball, pero tuve que decir que no porque no sabía bien a qué torneos iba a poder ir y entonces no quería sacarle el lugar a otro que iba a poder participar más.

6- Te certificaste en 2010 y te hiciste nivel 2 en el 2011. ¿El camino a nivel 3?
Eso estuvo bueno. En 2012 hubo un GP en México, en el que Damián fue Juez Principal y tenía un XO, que es como un ayudante para el HJ, y me pidió que fuera yo. Entonces estuvimos todo el día hablando y la verdad que fue fantástico porque yo estaba re cómodo como nivel 2, me estaban aceptando en todos los GPs, era realmente bueno, no había ninguna queja y estaba todo bien. Yo iba cómodo a todos los torneos, nunca me había visto como líder, así que me daba un poco de miedo asumir todo el tema de nivel 3 y Damián me dijo “si vas a seguir yendo a GPs, si tu única motivación es la paga, subí de nivel.” Y eso es algo que se habla mucho y en realidad está mal: hay muchas veces que se dice que el programa de jueces es un programa de voluntarios y que la paga no debería ser nuestra motivación, pero si un juez hace un buen trabajo no importa cuál es su motivación, mientras no perjudique a nadie o haga cosas inmorales está todo bien. Y yo me fui pensándolo y ahí empecé.

El proceso era muy parecido al de ahora. Creo que fui el primer juez de la región con el proceso nuevo, con la checklist y el panel. Adrián fue el último nivel 3 que subió antes que yo y eso fue justo antes que me certificara, o sea que hacía por lo menos 3 años que nadie subía a nivel 3 en Latinoamérica de habla hispana.

Cuando me fijé en la checklist ya tenía todo; yo era un nivel 2 súper activo y era el único juez de Uruguay, así que tenía muchísimos torneos entre los de acá y los paralelos de GPs. Tenía todo excepto las certificaciones, que solo había certificado a Diego.

La checklist fue fácil. El tema fue que cuando hice mi primer Team Lead de domingo, que fue en Costa Rica 2012, hice un muy buen trabajo de logística, pero mentorship pésimo. Por aquella época surgió la famosa frase de que a mí no me importa la comunidad, porque realmente mi trabajo como comunidad en ese torneo fue inexistente. Mi equipo era Ale Raggio (no es fácil dirigirlo) y Jorge Avendaño que era nivel 1 y tomó el examen de nivel 2 ese día, así que en la mitad del día me lo sacaron. ¿Cómo voy a dirigir yo a Ale Raggio? ¡Yo no le iba a decir a Ale Raggio que fuera a cambiar los números de mesa! Entonces lo hacía yo. Y Carlos me dijo, con toda razón, que no dejé que mi equipo hiciera nada, y era verdad. ¡Pero era Ale Raggio! No aprobé y en ese momento me molestó un poco, porque yo pensaba que era un juez espectacular.

En Río de Janeiro 2013 Damián Hiller era el Juez Principal y yo hice de nuevo Team Lead del domingo y lo perdí de vuelta, porque para mí los jueces eran robotitos que daban rulings. El feedback que me dio Damián fue espectacular. Le debo a Carlos y a Damián, por más que no compartía mucho su visión del programa en ese momento, lo que soy hoy como juez, porque Damián me dijo “si querés que te el OK te lo doy, no me importa, yo quiero que seas mejor juez” y para mí tuvo mucho sentido y a partir de eso crecí mucho.

Cuando volví a Uruguay dije “yo soy muy malo motivando jueces, entonces me voy a respaldar en actividades que traiga de casa” y armé el bingo, que fue como un tablero con cosas que pueden pasar en un torneo, como que un jugador te pida una lapicera o responder un ruling acerca de Sphinx’s Revelation. Y el bingo fue un éxito, lo jugaban los jueces y los jugadores, todos hablaban de eso. Y empecé a explorar eso de llevar actividades pensadas para torneos, motivar a mis jueces con actividades pensadas de antemano, no confiar en mi propia habilidad en el momento porque no lo voy a lograr. Y fue un éxito. Ahora desarrollé habilidades y me animo a motivar a un equipo sin actividades de antemano, pero sigo llevando actividades nuevas.

7- Y es algo que no solo lo llevas a los torneos sino que lo hacés en un montón de ámbitos, porque acá tenemos al inventor del Jeopardy.
Claro, es que empecé a hacer esas cosas y en una conferencia terminamos haciendo un juego de preguntas y respuestas y etcétera.

8- ¿Y en cuanto a proyectos cómo empezaste a meterte? Porque cuando uno entra al programa a veces le cuesta empezar a adentrarse en eso.
Cuando yo era nivel 1 y viajaba a Argentina a juecear, me agarró Damián y me dijo “quiero hacer una página para jueces, un portal”. Yo creía que sabía programar en esa época y le dije que sí, que hacía la página, hasta quería programar el Centro de Jueces de vuelta, pensando que tenía los conocimientos para hacerlo. Estuve como un año y medio hasta que salió el primer blog de la región y desde ahí estoy siempre involucrado en proyectos. Hoy en día estoy más en proyectos para ver qué onda, para mirar qué hacen y aviso que no voy a participar, pero me gusta estar. Y estoy en contenidos audiovisuales de la región, el podcast, una parte de candidatos a nivel 3, el Twitter internacional. También hice un seminario de investigaciones que están replicando en Estados Unidos y me sumé para ayudar con mi experiencia.

9- Ya que sos un juez tan involucrado y con tanto camino en el programa de jueces, ¿tenés algún consejo para jueces que están empezando con el tema de proyectos o de animarse a pasar de nivel, de empezar a liderar cosas?
Sí. Hay una frase que da vueltas desde que yo empecé con el programa que es “el programa de jueces le da distintas oportunidades a todos”. Da distintos tipos de oportunidades. Vos tenés que encontrar tu lugar donde estás cómodo y quedarte ahí. Yo siempre dije que no me gusta que los niveles de juez tengan número, porque parece que fuera una carrera y no es así. Cada nivel tiene sus ventajas y sus responsabilidades y no está mal decir “yo soy un juez de tienda”. Y si llegaste a nivel 1 y estás cómodo ahí y aportás a la comunidad desde ahí está bien, no es necesario subir de nivel. Entonces, mi consejo es siempre encuentren el lugar donde están cómodos, piensen qué le pueden dar a la comunidad y también qué les va a dar más satisfacción recibir y quédense ahí. No hay ningún problema en subir de nivel y bajar si no es lo que esperaban.

10- ¿Algún consejo para jueces que están en comunidades pequeñas, como la de Uruguay, para poder expandirse un poco?
Dos cosas: no piensen que porque haya una sola tienda o la comunidad sea chica no hay lugar para más jueces (que es el error que cometí yo). Si hay 10 jueces puede que no todos puedan juecear siempre, pero con que se junten a jugar el MOJO y comer un asado ya está bien. Generar una comunidad alrededor de una sola tienda está bien aunque no todos los jueces trabajen en esa tienda. Y el consejo número dos es que el programa de jueces va mucho más allá de los torneos: en una comunidad chica parece muy difícil llegar a torneos grandes de afuera, y es cierto, pero se pueden involucrar a través de proyectos, internet, discusiones en apps. O sea, no es necesario trabajar en torneos para estar en la comunidad de jueces.

Entrevista hecha por Janit Mindis

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