A mí, en lo personal, estar en la posición de liderazgo tanto en eventos como en proyectos me ha incentivado a ser responsable y abierto a las opiniones de los demás. Otros elementos como las evaluaciones de otros jueces me han servido para analizar mis debilidades y me han ayudado a ser más crítico de mi trabajo y buscar formas de mejorar y transformarlo en virtudes.
Como estos puedo mencionar muchos ejemplos, pero algo que les puedo asegurar es que aquellos buenos hábitos que aprendamos o desarrollemos en nuestra carrera como jueces nos ayudaran a mejorar como personas en nuestra vida cotidiana y viceversa. Es por eso que les comparto estos 7 hábitos que a mí en lo personal me han servido para desarrollarme dentro del programa de jueces y que hasta el día de hoy me han ayudado a ser un juez productivo.
#1 Explora, imagina y desarrolla
Imagina que eres un explorador en una tierra desconocida. Lo más natural seria buscar un terreno alto, buscar la manera de cubrir nuestras necesidades de alimentación y refugio y, por supuesto, averiguar si hay señales de civilización.
De esta misma manera nosotros como juez exploramos y descubrimos cómo es nuestra comunidad. Analizamos sus fortalezas y sus áreas de desarrollo. Poco a poco iremos descubriendo diferentes características sobre nuestra comunidad y será necesario la ayuda de otros jueces para poder crear y mantener una comunidad ideal. Averigua si hay otros jueces cerca tuyo, ve cómo puedes apoyarte con ellos, compartan experiencias, imaginen y desarrollen planes de trabajo, finalmente, ejecuten proyectos para alcanzar las metas que se propongan.
Una realidad que compartimos en las comunidades de nuestra región es que son comunidades pequeñas, comunidades en desarrollo donde existen pequeños puntos de concentración del juego organizado y competitivo, además del programa de jueces. Tenemos mucho terreno aún por explorar y tenemos mucho campo para trabajar. Empieza haciendo algo hoy por tu comunidad, establece las bases del trabajo que quieres desarrollar y ve explorando todas las oportunidades que el programa de jueces ofrece, paso a paso.
#2 Diseña una rutina que te llene de energías
Todo hábito comienza con la repetición de una actividad, lo cual con el tiempo se convierte en una rutina. Pero no imaginemos una rutina como algo aburrido y monótono, sino como una actividad diaria que nos llenara de energía y nos ayudara a dar el 100% en nuestros días. Muchos de nosotros solemos tomar un café por la mañana, hacer un poco de ejercicio, darnos una ducha o (mi caso) poner música de metal a todo volumen para motivarme.
Tener una rutina es algo que se vuelve automático, que está conformado por un par de actividades que nos hacen muy bien, nos permiten comenzar el día de la mejor manera, enfocados en lo más importante, con energías y sin estrés. En otras palabras, tener una rutina mañanera nos garantiza aumentar la productividad del resto del día.
Una vez que nos hemos dedicado unos minutos a nosotros mismos, podremos tener un mejor enfoque, tendremos más entusiasmo y la inspiración necesaria para terminar aquel artículo que nos pidió Jeffry Solano desde hace varias semanas.
#3 Crea una agenda de tus actividades diarias y anota tus prioridades
Crea una lista de las cosas que tienes pendientes, no dejes cosas a la memoria. Poder visualizar las actividades que tienes que realizar te ayudar a jerarquizar aquellas que son más relevantes.
Hazte estas preguntas cuando estés creando tu lista de actividades
– ¿Cuál de estas actividades es la más importante?
– ¿Cuál de estas actividades, si no las hiciera hoy no afectaría mis objetivos más importantes?
– ¿Cuál de estas actividades si no las hiciera nunca, no afectaría mis objetivos más importantes?
Una vez que hayas eliminado varias actividades con estas preguntas, compara las actividades que te quedan entre sí y ordénalas según cuál es más importante.
#4 Duerme apropiadamente y trabaja en bloques
¿Cuántas veces te quedas trabajando hasta tarde pensando que así lograrás más, o podrás ponerte al día con lo que querías hacer ese día? La realidad es que si duermes bien y te levantas temprano, rendirás mucho más que trabajando sin parar todo el día o haciéndolo hasta tarde.
El cerebro tiene momentos de mayor rendimiento que otros durante el día. Según nuestra rutina es importante identificar esos momentos y desarrollar las actividades que nos permitan aprovechar al máximo los momentos de mayor lucidez.
Procura durante el día darte pequeños respiros y separar tu trabajo y descanso en bloques. Es decir, si un proyecto, un artículo o una tarea de tu vida cotidiana te demandan una gran cantidad de tiempo realizarla, divídela en bloques de 40 a 50 minutos con intervalos de descanso de 10 a 20 minutos.
De esta manera nuestra mente no estará saturada y las ideas fluirán con mayor naturalidad. Para poder aprovechar estos intervalos de la mejor manera procura no gastarlos en revisar redes sociales o estar mandando mensajes en el celular, de verdad despeja tu mente, sal a tomar aire, a caminar, hidrátate o medita un poco.
#5 Se sistemático, apóyate en la tecnología y delega
Libera tiempo en tus actividades cotidianas para destinárselo al programa de jueces o para prepararte estudiando para el próximo torneo en el que vayas a participar. Tener orden y un sistema que te permita administrar tu tiempo te ayudara a mejorar tu desempeño, de esta manera notaras que tienes más tiempo disponible para realizar tus actividades.
Utiliza los beneficios que la tecnología nos ofrece, apóyate utilizando aplicaciones que te ayuden a realizar tus tareas más lineales como crear una agenda con tus actividades a futuro y alarmas con recordatorios. Acércate a Carlos Ho, el seguramente tendrá una App muy interesante que te enseñará a usar.
Finalmente recuerda que cuando te encuentres trabajando en un proyecto o en un evento, siempre puedes apoyarte en tus compañeros jueces, no te avergüences en preguntar cómo se realiza una tarea. Por otro lado, si tu posición es la de liderazgo, delega responsabilidades y trabajen en conjunto. Recuerda que no se trata de ser un súper-humano durante los eventos del cuál, antes de finalizar el día, se pueda ver su rendimiento mermado por el desgaste físico y mental.
#6 Elimina distractores
Existen elementos que interfieren en nuestra productividad. Revisar redes sociales, jugar partidas casuales en línea o escribir de forma prolongada y constante en el teléfono móvil son algunos ejemplos de estos factores externos que interfieren en muchas ocasiones con nuestros objetivos de terminar nuestras tareas.
Es verdad que las redes sociales son una forma estupenda de mantenernos en contacto e informarnos de los sucesos que nos rodean. También es cierto que nos brinda cierta satisfacciones estar revisando notificaciones constantemente y nos dan la sensación de estar ocupados haciendo algo. Y la verdad es que no es del todo malo pasar tiempo distrayéndonos del estrés cotidiano, lo que verdaderamente es malo es que no administremos de manera apropiada el tiempo que le dedicamos a estos elementos.
Debemos asignar un momento propicio para nuestro ocio, pero cuando de verdad estemos trabajando evita frecuentar redes sociales o verte tentado por jugar o pasar tiempo haciendo otras cosas que no son productivas. Un consejo que les puedo proporcionar es que mantengas tus redes sociales sin la opción de recordar tu usuario y contraseña de forma automática, de esta manera el hecho de tener que escribirlas cada vez que te deseas conectar te ayudara a disuadirte de hacerlo.
Por otro lado, un error que comúnmente sucede, es que si dejamos pasar lo que tenemos que hacer durante periodos muy prolongados con el tiempo nos olvidamos de hacerlo y es más complicado retomarlo. Para esto es necesario que cualquier cosa que decidamos emprender la terminemos.
#7 Comprométete contigo mismo
Si bien es cierto que todos estos hábitos mencionados te pueden ayudar a ser más productivo, nada de esto sería posible si no te comprometes contigo mismo. Comprometerse consiste en ser sincero y autocrítico, en respetar nuestro trabajo y adoptar una actitud responsable.
Recuerda que cuando otras personas trabajan contigo en algún evento, proyecto o tarea que te sea asignada, esas personas están confiando en ti, están confiando en que cumplirás con el trabajo y que respetas el tiempo y esfuerzo de los demás.
Ser sinceros con nosotros mismos no es algo sencillo, requiere de escrutinio y una mente abierta. Una práctica que nos puede ayudar a reforzar este aspecto es realizar auto evaluaciones de nuestro desempeño y pedir que otros colegas evalúen nuestro desempeño después de un evento.
Si logras sincerarte y comprometerte con tu trabajo seguramente lograras ser más productivo, poco a poco. No dudes que las puertas estarán abiertas para todas aquellas personas que deciden aventurarse y superarse. Atrévete a ponerte a prueba, mejorar y crecer en el programa de jueces.