La mecánica de Luchar es sorprendentemente sencilla. Cuando una carta requiere que una criatura luche contra otra, cada una le hace una cantidad de daño igual a su fuerza a la otra, ¡y ya está! Ahora bien, existen ciertas particularidades a las luchas. La primera es que son las criaturas las que hacen el daño, no la carta que provoca la lucha. Ello significa que habilidades como vínculo vital o toque mortal tendrán efecto.
Dañar primero no importa, volar no importa. La lucha simplemente sucede. No es daño de combate, por lo que las habilidades que sólo intervienen en el combate no tienen ninguna relevancia en la lucha, y las habilidades que se disparan al atacar (Capitán preeminente) o al bloquear (Araña lanzatelas) no se disparan con la lucha. No obstante, las habilidades que se disparan con cualquier tipo de daño sí que se disparan (Sopa caliente, Avispero).
Otro dato importante acerca de la lucha es que es necesario que ambos “luchadores” sean objetivos válidos para que la lucha tenga lugar. Por ejemplo, si juegas un Cazar a los débiles haciendo objetivo a tu ficha de Bestia 3/3 y a la ficha de Bestia 3/3 de tu oponente, pero éste juega en respuesta una Astucia del guardabosque para darle antimaleficio a su Bestia, tu hechizo tan solo tendrá un objetivo legal. Significa eso que se resolverá, pero que hará tan solo lo máximo que pueda hacer. En este caso, consistirá en ponerle un contador +1/+1 a tu Bestia, pero al no poder afectar a la Bestia de tu oponente al ser un objetivo ilegal, la lucha no tendrá lugar.
Tan solo me queda explicar la diferencia entre una criatura y un jugador. No vaya a ser que tengáis problemas al jugar un Asesinato.
Rules Tip escrito por James Arriola y traducido por Arthur Cohen