A primera vista, estas cartas tienen efectos muy similares: ponen un buen puñado de cartones en el campo de batalla.
Sin embargo, hay una importante diferencia entre el “poner todo junto” de la Ola de génesis y el “poner uno detrás del otro” de Eureka. En el caso de la Ola de génesis, todos los objetos entran como una única acción, luego cualquier efecto de reemplazo tiene que ser aplicado basándose en el estado del juego justo antes de que entre nada. Eso significa que si has revelado un Clon y un Titán Primigenio, acabas con un sólo Titán Primegénito, y una criatura cualquiera más. Si la mesa estaba limpia antes de eso (lo cual significa que el Clon no tiene a nadie a quién copiar), acabarás con un Clon muerto.
Con Eureka, el proceso es significativamente diferente. Mientras resuelves Eureka, tú decides qué permanente poner en el campo de batalla, uno cada vez. Luego, si pones primero al Titán Primigenio (lo cual causa que se dispare, pero ese disparo tendrá que esperar hasta que Eureka haya terminado completamente de resolver para poder ir a la pila), después tu oponente pondrá algo, después tu pondrás a tu Clon y podrás elegir copiarlo dado que él ya está en el campo de batalla desde hace un breve instante de tiempo (esto te da otro disparo para poner en la pila después de resolverse Eureka). O podrás copiar lo que haya puesto tu ponente justo antes si prefieres tener mejor una copia del Griselbrand para simplemente pegar.