Entrada 7: “…play the game, see the world…”
“…esta historia aún no termina, este lugar debe ser en realidad un mágico lugar…”
En la entrada anterior me dediqué a reportar sobre una experiencia pasada, jugar GP:CDMX 2018 y mi apreciación del trabajo de los jueces que hicieron el evento posible, en esta ocasión quiero hablar sobre México y el futuro del jueceo en nuestra región.
El año 2016 fue extraordinario. Experimentamos dos Grand Prix en la misma temporada dentro de nuestra región y fue la oportunidad para muchos jueces de hacer su primer gran evento en rol de juez. Con la declarada sequía que nos sobreviene en 2019 y lo que debe haber sido una decepción de asistencia en el torneo de este año para sus organizadores, nos sobreviene una época difícil. Un espacio limitado en Nationals, y la aún-no-clara-solución respecto a la modificación del sistema de PTQs, nos deja con la única opción de viajar, cada vez más lejos para participar en torneos de alta relevancia. Con esa perspectiva este artículo me permite extender una solicitud, para aquellos jueces con experiencia en el extranjero, para que escriban de sus experiencias para solicitar entrada a torneos grandes, sus rechazos y éxitos, sus experiencias y descripciones de los procesos que vivieron en sus primeros torneos en el extranjero. Para que quienes no hemos tomado el rol de jueces en grandes eventos nos nutramos de su pericia y tal vez hagamos en el futuro próximo el gran salto al siguiente nivel.
Es imposible terminar este reporte sin informar las bellezas de visitar México, un lugar abundante en belleza y cultura, con comida tan colorida como sus artesanías y un amor por la cultura solo comparable con su hambre por la lectura. Es imposible describir en este espacio la complejidad de la vida en México, sus contradicciones y curiosidades. Y no corresponde a un visitante ocasional pretender comprenderlas verdaderamente. Por tanto, sólo me extenderé en halagos.
Ciudad de México tiene un compromiso con la transmisión de su cultura, ambas la influencia de su pasado y los retos de su presente presentes en numerosas oportunidades de aprendizaje. Organizar el torneo en Ciudad de México fue un éxito que no creo los organizadores aprecien en su totalidad, no imagino a ningún visitante que no haya disfrutado la riqueza de la locación, más allá de las falsas alarmas de incendio o la “baja asistencia”. La comida es extraordinaria, si bien la moderación debe aplicarse para no ser baja por indisposición gástrica. Hay una rica variedad de opciones de entretenimiento para todas las edades y gustos, desde las luchas, la escena lgbt, museos, locaciones naturales, espectáculos que aprovechan la densidad poblacional para hacer grandes conciertos y la misma, mixta, casi anacrónica arquitectura que se mezcla con modernas construcciones. Si puede alquilar en su estadía un piso elevado le urjo lo haga y aprecie esa bella mezcla.
La belleza de México me hizo poner en perspectiva la belleza de mi propio país, donde nos faltan cosas que a México le sobran y donde nos sobran algunas que México carece. Lo cierto es que cada país tiene un encanto que es fácil de ignorar si no viajamos para compararlo y apreciarlo. Sea que viajemos en el futuro próximo para juecear, para jugar este hermoso juego que nos tiene juntos/as en este espacio virtual o simplemente para conocer. No olvide comparar, con autocritica gentil hacia el espacio propio y apertura al ajeno para adquirir un nuevo criterio sobre la vida. Magic cumple, hoy más que nunca su promesa de “play the game, see the world”, no porque nos facilite más que nunca aprovechar su acceso al juego competitivo sino porque es el mejor juego del mundo. Uno que nos inspira a trasladarnos a nuevos y bellos y mágicos lugares (me disculpo por el doble “y”, la influencia de leer a Neil Gaiman aparece en mí cuando lo mágico es nodal en lo que escribo). ¿Qué es viajar a lugares mágicos sino seguir el ejemplo de nuestro juego favorito? Mil y una veces hemos sido caminantes de planos al sentarnos en una mesa de commander, construyendo nuestros masos, drafteando y cuando viajamos para juecear o jugar no hacemos algo distinto a lo que Liliana, Jace y compañía hacen en el juego que moviliza nuestras emociones cada día. México me hizo apreciar mi país no porque sea uno mejor que otro sino porque son inconmensurablemente diferentes y no puedo esperar a visitar los países de uds lectores del área y conocer las mágicas riquezas de su historia y comunidades de juego. Espero que en el futuro próximo uds vengan y comprueben porque yo amo las mías.
El Diario de Tamiyo es un espacio para que todos/as uds transmitan sus experiencias y conocimientos y les invito a enriquecerlo con sus artículos. Hoy más que nunca necesitamos fortalecernos como programa, con la asistencia a conferencias, con el esfuerzo de viajar, juecear y escribir. Y en lo posible, este espacio está más que dispuesto a colaborar.
Nos vemos en nuestra siguiente Entrada…
Escrito por: Jorge Solano.