Para terminar, vamos a abandonar el reino de lo razonable y volvernos absolutamente locos. Sylvan Library es un viejo y extraño encantamiento que implica robo de cartas, así que, ¿qué pasa si lo juntamos con el encantamiento más confuso de todos y el favorito de las masas, Chains of Mephistopheles? ¡Toma cúmulo de rarezas! Chains parece más complejo de lo que realmente es: si fueras a robar una carta (excepto la primera que robas en tu paso de robar al principio de cada uno de tus turnos), una de dos cosas pasarán. Si tienes alguna carta en tu mano, tendrás que descartarla, y tras eso tendrás que robar una carta. Si no tienes carta en mano para descartar cuando fueras a robar, entonces en su lugar pondrás la primera carta de tu biblioteca en tu cementerio y no robarás.
¿Cómo funciona esto con la Sylvan Library? Asumamos que no tienes cartas en mano. Robas tu carta del turno, entonces la Sylvan te permite robar 2 más si lo deseas. Si escoges robar, descartas la carta que has robado (por tu paso de robar) y robas otra, descartas ESA carta y robas otra. Ahora tendrás que pagar 4 vidas si quieres mantenerla en tu mano o en su lugar, ponerla en la parte superior de tu biblioteca. ¿Qué pasa si de alguna manera no tienes cartas en mano cuando la habilidad disparada se resuelva? Quizás hayas robado un instantáneo y hayas querido lanzarlo en el momento… Bueno, como no tienes cartas para descartar, pones las dos primeras cartas de tu biblioteca en tu cementerio. Aún puedes pagar 4 u 8 vidas si quieres, ya que pagar las vidas NO ES la opción por defecto, pero si no las pagas no pasará nada. Finalmente, si tienes más de una carta en tu mano, robas por tu turno, descartas una carta y robas, descartas otra carta y vuelves a robar. Eliges 2 de las cartas que has robado este turno y, por cada una, pagas 4 vidas o las pones en la parte superior de tu biblioteca. Si sólo te has quedado con una carta de las robadas este turno, esa es la que tienes que escoger para resolver la Sylvan.
Rules Tip de hoy escrito por Trevor Nuñez y traducido por Patricia Fernández