Ahí algunas cartas blancas a las que nos referimos de forma informal como “Flicker” o “parpadeo” que exilian un permanente y lo devuelven al campo de batalla, ya sea inmediatamente o en un breve lapso de tiempo (como el principio del próximo paso final). El color blanco tiene un montón de estos efectos, frecuentemente especificando que sólo pueden hacer objetivo a objetos que tu controlas -lo que te permite esquivar un hechizo letal o volver a disparar algún efecto al entrar al campo de batalla. Todo bien. Pero es muy importante leer el efecto con cuidado.
Hay tres formas básicas en las que un parpadeo puede estar escrito. La primera es como en Justiciar’s Portal -“exilia algo, luego devuélvelo al campo de batalla bajo el control de su propietario”. Si estás intentando robar algo de forma permanente con un Acto de traición, esto no nos ayuda en absoluto; ¡simplemente se lo devolvería sin más! Pero digamos que un oponente ha robado una criatura que era tuya con un Entrancing Melody. Puedes robarla de vuelta durante un turno con un Acto de traición, pero lo recuperarían de nuevo… ¡a menos que hagas un parpadeo! Hazle objetivo con un Portal de los Justiciares y volverá bajo el control de su propietario -y ese eres tú. Para el juego es un nuevo objeto, así que el efecto de cambio de control de tu oponente habrá desaparecido, y la criatura vuelve a ser tuya.
La segunda manera en que un parpadeo puede funcionar es “exilia algo que controlas, luego devuelve esa carta al campo de batalla bajo tu control”. No hay ejemplos de esto en estándar en estos momentos, pero cosas como Restoration Angel y Cloudshift usaron esta redacción en el pasado. En este caso la única condición que debes cumplir es que seas el controlador actual, y cuando vuelva serás el nuevo controlador por defecto. ¡Lo has robado bien robado! ¡Buen trabajo!
Rules Tip de hoy escrito por Alistair Crook y traducido por Miquel Àngel Moya