Ancestral Recall – Leyendas y Planeswalkers

Escrito por Marina Castaño Garrido, Level 1, Badajoz

Escrito por Marina Castaño Garrido, Level 1, Badajoz

 Bienvenidos a una nueva edición de Ancestrall Recall, una sección dedicada a los más nostálgicos de este juego.

Somos magos experimentados en las artes de lanzar hechizos, pero también somos viejos y nos gusta recordar, cual abuelo cebolleta, nuestros tiempos más gloriosos. Así que hoy, amigos, vamos a echar la vista atrás. Hablaremos de esos personajes que se han ganado el derecho a tener nombre propio. Hablaremos de leyendas, y de la evolución de las reglas que nos han condicionado a la hora de invocarlos.

La primera vez que vimos el concepto de Leyenda o Legendario fue allá por el año 1994. Legend fue la edición que nos trajo este nuevo concepto. Legend, un nombre de edición con una clara declaración de intenciones.

Aquí empezaron los personajes con nombre propio (y apareció mi querido Nicol Bolas por primera vez). Así, las criaturas podían tener el tipo Leyenda, mientras que el resto de permanentes podían contar con el subtipo Legendario.

Sí, habéis oído bien: Leyenda era un tipo para las criaturas. Por lo tanto si, algún efecto nos permitía nombrar un tipo de criatura, podíamos elegir entre goblin, mago, trasgo,.. ¡Y Leyenda! Un buen truco para matar varias criaturas con el mismo nombre utilizando un Unnatural Selection.

Cuando un permanente Legendario se convertía en criatura, ganaba el subtipo Leyenda, y cuando una Leyenda dejaba de ser criatura, pasaba a ser Legendaria. Sí, un poco galimatías, pero a efectos prácticos poco importaba. Ambos estaban sujetos a la Regla de las Leyendas, una norma que sigue vigente en nuestros días aunque haya sufrido algunos cambios.

Por aquellos entonces, la Regla de las Leyendas decía lo siguiente: Si dos o más Leyendas o permanentes legendarios con el mismo nombre están en juego, todos, excepto el que ha sido Leyenda o un permanente legendario con ese nombre durante más tiempo, se colocan en el cementerio de su propietario. En caso de empate, ambos van al cementerio. Aclarar que para el cómputo había que mirar toda la mesa, no solo los míos. Esta regla hacía que si mi oponente jugaba una criatura Leyenda y yo tenía esa misma en mi mano, la mía era una carta inútil, porque al bajarla iría directamente a mi cementerio, y sin pasar por pila. Al ser una Acción Basada en Estado era imposible responder a ésto.

—¡Amigo!, aquí solo hay espacio para uno de nosotros dos, y la veteranía es un grado. Así que aquí mando yo. ¡Este lugar es mío!.

La Regla de las Leyendas empezó siendo muy restrictiva en sus inicios. Afectaba incluso a la regla de construcción de mazos, donde se restringía el uso de éstas a una igual por mazo. Hubo una época en la que incluso las criaturas Leyendas y los permanentes Legendarios estaban incluidos en la restricted list. Por eso, ahora podemos buscarnos el Nicol Bolas original con nuestro Spike, Tournament Grinder.

Aunque sabemos que sois magos experimentados, no está de más hacer esta aclaración: cuando hablamos de criaturas Leyendas y permanentes legendarios, siempre hay que mirar el nombre completo, pues solo se ven afectados si es el mismo. Así, por ejemplo, siempre han podido convivir en mesa un Kalitas, Bloodchief of Ghet y un Kalitas, Traitor of Ghet. Ambos son Kalitas, pero cada uno “tiene un apellido diferente”.

Por suerte, en Ice Age esto cambió: sólo podía haber una en el campo de batalla, pero se nos permitía sacar ventaja estadística incluyendo hasta cuatro iguales en nuestro deck.

Y así, entre hechizos y magias, Leyendas y Legendarias, pasaron los años hasta que llegamos a Octava, edición donde aparece un nuevo concepto: el Supertipo. Esto hizo que las calificaciones de  Leyenda y Legendaria sufrieran una pequeña modificación.

Como ya sabíamos, Leyenda es un tipo de criatura, pero Legendario no lo es. Así, con el nuevo cambio, si un permanente Legendario se convertía en criatura, seguía siendo Legendario sin obtener el tipo Leyenda. A su vez, si una criatura Leyenda se convertía en un permanente no criatura, perdía el tipo Leyenda pero no adquiría Legendario.

Otro trabalenguas para magos experimentados que, de nuevo, afectaba poco al juego diario. Seguíamos rigiéndonos por la Regla de las Leyendas y el aquí solo hay espacio para uno.

Entonces, los dioses de las reglas nos dejaron tranquilos un tiempo hasta Campeones de Kaminawa. Allí, entre Dragones Espíritus, Zorros Samuráis y Chamanes Víboras, volvieron a hacer de las suyas al darle otra vuelta de tuerca a las normas.

En esta edición implantaron dos reglas importantes:

  1. El tipo Leyenda deja de existir. Ahora todo (Leyenda y Legendario) se unifica y pasa a tener el Supertipo Legendario. Una regla que perdura hasta nuestros días.
  2. Se modifica la Regla de las Leyendas. Con esto, si dos o más permanentes con el mismo nombre tienen el Supertipo Legendario, todos son puestos en los cementerios de sus propietarios.

Este cambio de paradigma en el juego, hace que los clones ganen un importante componente estratégico en las partidas. Un Clone, a grandes rasgos, es una carta que se convierte en una “fotocopia” de otra, incluido el nombre y el supertipo. Con esta versión de la reglas, ambas se irían al cementerio. Lo se, un buen truco para matar esos comandantes que tanto dolor de cabeza nos dan, sin hacerle ni objetivo.

—¡Amigo! Ahora las reglas del juego han cambiado, y los novatos hemos aprendido de los más veteranos. Si no hay sitio para nosotros, no hay sitio para nadie.

Y por fin llegamos a Lorwyn,  un plano que nos dio a los personajes con nombre propio por excelencia. Los que de verdad han perdurado hasta nuestros días, plano tras plano, aventura tras aventura, batalla tras batalla.

Este mundo idílico, de veranos perennes y criaturas de fábula, nos regaló dos cosas: los primeros Planeswalker de la historia de Magic, y la norma que nos dictamina las leyes para invocarlos.  Lo que se conoce como La regla de unicidad de los Planeswalker.

Esta norma funcionaba entonces igual que la Regla de la Leyenda, pero con una salvedad: en lugar de mirar el Supertipo Leyenda, miraba el Subtipo del Planeswalker (Jace, Ajani, Chandra, Garruk, Liliana,..). De este modo, no podían convivir dos con el mismo tipo. Si esto sucedía, ambos iban a sus respectivos cementerios como una acción basada en estado.

Así creció la familia, más o menos avenida, llegando nuevos caminantes de planos y  permanentes Legendarios. Cada uno con una historia detrás, pero todos regulados bajo el lema de aquí no hay sitio para dos de nosotros.

Una regla restrictiva, sí, pero con una importante capacidad estratégica para los jugadores. ¿Queríes matar al Jace, the Mind Sculptor de tu oponente? Pues lo tenías fácil. No tenías más que invocar a otro Jace. (¡Hola Jace Beleren!). Los jugadores más veteranos recordarán esta jugada con nostalgia, pues era una práctica bastante extendida.

Y en el año 2013, con la edición de M14los maestros de las reglas, tranquilos durante años, se retorcieron en sus asientos y decidieron volver a cambiar las normas del juego

Esta vez, la modificación afectó por igual a permanentes Legendarios y a Planeswalkers. Por fin, después de tantas batallas épicas sin coincidir, los iguales podrían luchar entre sí. Concluía la norma: Si un jugador controla dos planeswalker del mismo tipo, o dos criaturas legendarias con el mismo nombre, elige cual de ellas se queda en el campo de batalla y cual se va al cementerio. Las criaturas y planeswalker que controle nuestro oponente no afectan para este cómputo.

Fueron años bonitos. Personajes con nombre propio luchando entre sí. Batallas gloriosas entre Garruks, Jaces, Olivias, Sorines.  Sí. Lo sé. Soy una nostálgica. ¿Pero a quién no le gusta ver una buena lucha de titanes entre deidades del viejo Theros?

—¡Amigo! Por fin podremos comparar nuestras fuerzas. Ahora hay sitio para los dos, pero solo uno de nosotros quedará vivo después de la batalla. ¡Veamos quién es el mejor!

Hasta hoy: Ixalan. Un plano donde cuatro razas luchan por encontrar y controlar Orazca, la ciudad dorada. Esta edición no solo nos ha traído una trepidante historia, sino también un cambio revolucionario en las reglas. Un único cambio, pero ¡menudo cambio!

Desaparece la Regla de unicidad de los Planeswalker. Ahora todos los caminantes de plano ganan el Supertipo Legendario. Cuando digo todos, quiero decir todos, desde el principio de los tiempos. Todos los planeswalkers impresos en la historia de magic han recibido cambio de texto en el Oracle, y los ha convertido en permanentes legendarios.

¿Qué quiere decir eso? Que ahora solo habrá una regla para todo: La Regla de las Leyendas.

“Un anillo para gobernarlos a todos. Un anillo para encontrarlos. Un anillo…” Espera, que creo que me he ido de historia.

La Regla de las Leyendas dice ahora que un jugador que controle dos o más permanentes legendarios con el mismo nombre, debe poner todos menos uno en el cementerio como una acción basada en estado.

Esta nueva norma nos abre todo un mundo de posibilidades en cuanto a los Planeswalker. Nada impide tener dos Planeswalker del mismo tipo en el campo de batalla, siempre que su nombre sea diferente. De manera que podrán cohabitar bajo tu control una Liliana of the Veil, junto a una Liliana, the Last Hope y una Liliana, Death’s Majesty. Una magia muy valiosa, si sabes sacarle partido.

Y hasta aquí la historia de las leyendas. Esperemos que los dioses de las reglas permanezcan tranquilos, y permitan que nuestros personajes sigan luchando, hombro con hombro, de nuestro lado sobre el tapete.

Porque, no sé vosotros, pero yo soy leyenda.

Agradecimientos

Aruna Prem Bianzino
Editor

Aruna Prem Bianzino
Editor

 
Monica Gonzalez
Revisora

Monica Gonzalez
Revisora

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