Aventuras y desventuras de dos L1 camino al L2

Hola a todos, somos Raquel y Marina y, como habréis adivinado, somos dos juezas L1 que se han lanzado a la aventura de conseguir el L2. ¿Qué cómo sucedió esto? Pues os pongo en situación:

La gran decisión: Conferencias ibéricas 2017.

Desde que nos certificamos, en la primavera de 2017, hemos estado bastante en contacto aunque no nos conocíamos personalmente. Y no nos conocimos hasta las Conferencias Ibéricas de agosto, donde nos hicimos buenas amigas.

Aunque ya rondaba por nuestras cabezas la idea de ser juezas de torneos competitivos, después de la conferencia de Sandra Regalado sobre cómo convertirse en un L2 con esfuerzo y constancia nos dijimos: “¡a por ello, que nosotras podemos!”. Así que decidimos hacernos un propósito de empezar juntas el proceso y ponernos, como meta, conseguirlo en el plazo de un año. Así nos motivaríamos y animaríamos la una a la otra. Y nos pusimos manos a la obra.

Después hemos descubierto que fue una gran decisión, porque es muy importante tener un apoyo cuando te embarcas en un proceso que, aunque no es extremadamente duro, puede ser largo; y ya sabemos que los humanos tendemos a necesitar ver los resultados de nuestros esfuerzos lo antes posible, así que si hay momentos en los que no se avanza todo lo rápido que nos gustaría, se hace un poco cuesta arriba. Así que una compañera de fatigas es casi imprescindible cuando la tentación de abandonar te acecha como una onza de chocolate en medio de una dieta.

No os vamos a mentir, el proceso no es sencillo: hay que estudiar bien las reglas, la IPG… pero no todo es teórico. Hay que aprender a tener paciencia, a superarse, a quitarse miedos y, sobre todo, a valorar el esfuerzo propio y de todos los que te ayudan en el camino y, aquí, tengo que decir que en pocas comunidades, familias o como lo queráis llamar, la gente se implica tanto en ayudarte a conseguir tus metas como en el programa de jueces.

Si no recuerdo mal, pasaron pocos días hasta que nos pusimos en contacto con Sandra para que nos tuviera como candidatas y nos asignara un mentor.

La espera…

Pasaron unas semanas hasta que tuvimos un mentor pero, durante la espera, no podíamos estarnos quietas así que, ilusionadas y con el hype a tope, nos embarcamos en un montón de cosas: un artículo sobre las conferencias, arbitrar todos los torneos que podíamos (aunque fuera uno de más de tres cifras de jugadores y no tuviéramos apenas experiencia), bombardear con dudas a todos los jueces que teníamos cerca, ¡si hasta volvimos a comprar marcadores fluorescentes y post-it como cuando éramos universitarias!

El caso era hacer cosas y sentirnos capaces de enfrentarnos a los retos que nos esperaban a partir de ahora.

¡Tenemos mentor!

En cuanto nos confirmaron nuestros respectivos mentores estuvimos hablando de las expectativas que teníamos: ¿será muy duro?, ¿me lo pondrá muy difícil? ¿me tendrá manía como el profe de dibujo del instituto? y mil cosas más que, aunque sepamos que no son propias de nuestra edad (que no revelaremos aquí salvo que obtengamos beneficios en viajes para mayores), es inevitable que se te pasen por la cabeza.

Empecemos a parlamentar

Nuestros mentores, por suerte, son personas que ya habíamos conocido previamente, así que las conversaciones con ellos son sencillas.

Tenemos prisa por empezar, pero es importante marcar una estrategia previa y un “plan de vuelo”. Así que nos pusimos en contacto con ellos y charlamos sobre cómo afrontar el reto.

Como se dice en muchos sitios: “cada maestrillo tiene su librillo”. Aunque el programa de jueces tiene marcadas unas pautas a los mentores , es verdad que a cada persona le gusta hacer las cosas a su manera. El resultado: dos mentores, dos estrategias.

Por no eternizarnos, diremos que las conversaciones previas al inicio son importantes porque así tu mentor cogerá tu ritmo y podréis organizar juntos las tareas y deberes (que no desvelaremos aquí) que os ayudarán a estudiar y mejorar vuestras habilidades. Hay que tener en cuenta que no todo el mundo tiene las mismas oportunidades de arbitrar ni tiene el mismo tiempo para hacerlo. Somos adultos con trabajos y quehaceres, por lo que no todos tenemos el mismo tiempo libre disponible para estudiar. Es importante marcar un ritmo, y para ello nada mejor que charlar con tu mentor y explicarle tus planes.

Cumplir con los prerrequisitos…

A ver, hagamos una lista de cosas que necesitamos:

  • Arbitrar un mínimo de 6 eventos sancionados en los últimos 6 meses.
  • Evaluación-Recomendación hecha por un Nivel 2 o Nivel 3 de trabajar juntos un evento de nivel de reglas Competitivo o un Judge Tournament Qualifier en los últimos 12 meses siguiendo esta plantilla.
  • Escribir dos evaluaciones de otros árbitros en los últimos 12 meses.
  • Pelo de unicornio, una uña de mamut y un diente de leche del RC.
  • Haber escrito un informe de un evento con múltiples jueces, un report de una conferencia o un artículo en los últimos 12 meses.
  • Ser un juez activo en la comunidad regional participando en el foro, en conferencias, en proyectos ¡y todo lo que se os ocurra que puede ser útil a toda la comunidad de jueces!
  • Un 70% en el examen de práctica para juez Nivel 2 en los últimos 12 meses.

Y, ¿por dónde empezamos? A primera vista es un poco abrumador pero todo es posible si cuentas con el arco de un elfo, el hacha de un enano y muchas ganas de emprender el viaje.

Vamos a por ello. Ya tenemos el diente de leche del RC, así que lo demás estará chupado (¿no?).

¿Conocéis el cómic de las 12 pruebas de Asterix y Obelix?, pues algo parecido está siendo nuestra empresa. Allá que vamos Raquelemix y Marinamix a por nuestra gymkana particular:

  1. Arbitrar 6 eventos sancionados: Esto no parece muy complicado. Una de nosotras es copropietaria de una tienda, y la otra frecuenta locales Magic a diario, por lo que arbitrar de forma recurrente FNM no resulta difícil de conseguir.
    Pero queremos más. Queremos ganar experiencia, y de la buena. De la que cala hondo. De la que te pone en situaciones complicadas. De la que te tatúa maná en la piel. Así que, ni cortas ni perezosas, nos apuntamos a todos los eventos grandes que podemos: FMW, Arcanis, Nacionales, GP, Impact Weekend, TMV….

    ¿El resultado? Pues ahora, desde la distancia, nos sale el espíritu samurái, y os decimos que el camino será duro pero gratificante. Dar cera, pulir cera, y todo ese rollo.
    Sin tener experiencia, ponerse a arbitrar eventos de muchos jugadores es abrumador. Te hace dudar todo el rato de los conocimientos que tienes. Te encuentras muy perdida. Quieres hacerlo bien pero se te escapan muchos detalles. Te sientes tan insegura que cuestionas el camino que has tomado.Como ya hemos dicho, si hay algo bueno en esta nuestra comunidad, es la gente. Compartir floor con árbitros experimentados es toda una experiencia. Te ayudan, te aconsejan, te orientan, te apoyan y te enseñan. Es la mejor forma de lograr conocimientos, experiencia y, sobre todo, seguridad. Esta última creo que es la cualidad más útil y difícil de conseguir para cualquier buen árbitro que se precie.
    Así que, después de varios torneos, algunas situaciones complicadas y muchas risas, ¡primera prueba conseguida! ¡Por Tutatis!Vamos a por la siguiente…
  2. Escribir dos recomendaciones de otros árbitros en los 12 últimos meses: Bueno, esta es otra de las fáciles (o eso pensamos al principio).Para los que no los sepáis, los feedback/report son unas herramientas que se usan en nuestra comunidad para compartir con otros árbitros los virtudes y los defectos a la hora de arbitrar. También para realizar alguna actividad relacionada con el mundo Magic.Por suerte para nosotras, hemos compartido floor y actividades con muchos árbitros, por lo que era sencillo elegir a un par de “cobayas humanas” para hacerles una buena review. Allá vamos:

    Paso 1: Elegir víctima.
    Paso 2: Observarla incansablemente. (¿Incluso en la ducha?). Nos tenemos que fijar en su trabajo. Ver lo que hace bien y aprender de ello. Somos humanos, y aprender es de sabios, así que también hay que estar ojo avizor para ver si tiene cosas a mejorar. Si es así, tomar nota para después hacerle alguna sugerencia.
    Paso 3: Examinar sus virtudes y defectos.
    Paso 4: Escribir…
    Paso 5: Escribir…
    Paso 5,5: Mirar el Whatsapp.
    Paso 6: Venga, ahora sí, que tengo que escribirlo…
    Paso 7: De hoy no pasa.
    Paso 8: Venga hombre, que esto es fácil.
    Paso 9: ¡Mierda!, ¿y mis notas del torneo? bah, no importa. Tengo buena memoria.
    Paso 10: Ahora sí que sí. Allá vamos. A escribir una buena review.Es una herramienta muy útil. Sirve para hacer un ejercicio de introspección. Escribir las virtudes que has visto es fácil, pero los aspectos a mejorar son más complicados. Es difícil decirle a alguien más experimentado que tú los fallos que ha cometido. Es importante ser honesto, y la persona que lea la review lo agradecerá. Así que no seáis tímidos y escribid muchas review, que siempre son bienvenidas.

    Bueno, ¡segunda prueba superada! ¡Por Belenos! Ya estamos más cerca del final (o más lejos del principio).

  3. Haber escrito un informe de un evento con múltiples jueces, un report de una conferencia o un artículo en los últimos 12 meses: Pues este es ha sido el más fácil de todos. Por suerte, a las dos nos gusta escribir. Desde que entramos en el programa, hemos estado activas en este aspecto: informes de eventos, artículos de jueces, report de conferencias… Hemos hecho de todo así que ¡Tercera prueba superada!, y sin complicaciones.¡Están locos estos romanos!
  4. Evaluación-Recomendación hecha por un Nivel 2 o Nivel 3 de trabajar juntos un evento de nivel de reglas Competitivo o un Judge Tournament Qualifier en los últimos 12 meses. Personalmente, esta parte aunque a priori parece sencilla, es la única que no depende exclusivamente de ti y de tu trabajo, sino de la percepción de una tercera persona.

    Desde la perspectiva de mi experiencia personal, no es suficiente con haber arbitrado muchos torneos. A veces piensas que lo tienes controlado, pero cuando “te sueltan a los leones” no es así. Normalmente arbitras dirigida por un HJ que te indica en todo momento qué hacer y previamente ha organizado las tareas. Pronto te tocará a ti cumplir ese rol, y no es sencillo. ¡Hay que irse preparando!La persona que te dará la recomendación se fijará que dominas todo lo que conlleva llevar un evento tú sola, con lo que eso significa:
    • Controlar de reglas y políticas.
    • Ser autosuficiente con el manejo del WER
    • Tener capacidad para organizar todas las tareas inherentes a un torneo (negociación con el TO, Papers, EOR, DC, etc..)
    • Mantener a raya tus nervios y dar los rulings y las sanciones con la seriedad y la seguridad necesaria para que los jugadores tengan una buena experiencia.

    Una vez creas que esto lo tienes dominado, es sencillo. Contacta con un L2 o superior y pídele arbitrar con él/ella un evento. Indícale previamente que quieres que utilice ese torneo para tu recomendación. Él/ella observará cómo te desenvuelves y, si cree que estás preparado, pues… ¡prueba superada!

    Bueno, y hasta aquí la parte fácil, ahora empieza lo difícil: Estudiar, estudiar y estudiar.

  5. Un 70% en el examen práctico de juez Nivel 2 en los últimos 12 mesesY de esta parte, poco o nada que decir más que: estamos en ello…Hay que conocer bien las reglas, por lo que hay que repasar bien las CR.Hay que dominar bien las políticas, por lo que hay que saberse la IPG y las MTR.Así que ahora nos encontramos entre lectura y relectura de reglas. Subrayados y resúmenes. Y rezos y súplicas para conseguir retener toda esa información y no liarnos mucho entre efectos continuos, capas, prioridades , habilidades y hechizos.

    Eso sí, por el camino se sufren altibajos y, damos fe, de que hay momentos en los que pensaréis que cuando más estudiáis menos sabéis y creeréis que estáis más o menos al nivel de cuando estabais estudiando para L1. Pero no os desaniméis, que es parte del proceso y, llegados a ese punto, todo es mejorar. En la imagen de la derecha podéis ver el gráfico que define perfectamente cómo os sentiréis en este punto (estaréis en la flecha verde). Agradecemos a Sandra Regalado que nos haya cedido los derechos de autor, :).

    Cuando estemos listas ( ya queda poquito), nos examinaremos y veremos si llegamos a nuestra meta anhelada : conseguir nuestro deseado L2.

    Para ello, primero tendremos que sacar un 70 % en un “examen de prueba” que nos pondrá nuestro mentor. Una vez lo consigamos, llegará el definitivo.

¡La Prueba Final!

Después de cumplir con todo esto, se supone que estaremos preparadas para el temido y deseado Examen de L2, que consiste en una prueba práctica de los contenidos de la IPG, MTR y CR y una entrevista y recomendación de un juez certificado para evaluar candidatos de Nivel 2 en la que se evaluará: diplomacia, comprensión básica de investigación, voluntad de mentorizar y certificar otros jueces y la implicación en la comunidad regional.

El examen final, a parte de ser supervisado por un L3, nos requerirá un 80 % de respuestas correctas para que esté aprobado.

Cómo ha cambiado la cosa, en mis tiempos mozos con un 5 era suficiente, aunque en este caso tiene sentido. Para ser L2 tienes que tener un conocimiento avanzado de reglas, de ahí que exijan esa nota.
Ser L2 no es solo tener dominadas las reglas. Una parte importante para conseguir subir el nivel es estar integrada e implicada en la comunidad y estar dispuesta a mentorizar nuevos jueces venideros. No sé vosotros, pero nosotras estamos deseando tener pequeños padawan a los que enseñar.

Y ya que esto va de romanos, esperamos que pronto podamos decir orgullosas: ¡Vini, vidi, vici!

Agradecimientos

Raquel Monleón
Autora

Raquel Monleón
Autora

Marina Castaño
Autora

Marina Castaño
Autora

Mónica Gonzalez
Revisora

Mónica Gonzalez
Revisora

Miquel Àngel Moya
Editor

Miquel Àngel Moya
Editor

Sandra Regalado
Revisora

Sandra Regalado
Revisora

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