Definición
Un jugador realiza una acción contra uno o más individuos que razonablemente podría esperarse que cree un sentimiento de ser molestado, amenazado, intimidado o acosado.
Penalización
Pérdida de partida
En marcado contraste con las anteriores revisiones de esta infracción, Conducta Antideportiva — Mayor ya no se define por sus ejemplos. Mientras que en el pasado un jugador necesitaba realizar una acción de un grupo en particular de acciones para que se considerase que estaba cometiendo Conducta Antideportiva — Mayor, este ya no es el caso. Esta infracción ha sido expandida para incluir una categoría más amplia de comportamientos inaceptables.
A efectos de identificar esta infracción, es importante considerar si la conducta de un jugador hacia otro podría o no razonablemente causar alguno de los sentimientos listados anteriormente, y no necesariamente que alguien lo haya hecho sentir de alguna de estas maneras. Para una mayor ilustración de esto, por favor dale un vistazo al excelente artículo en el blog de Sean Catanese.
Ten en cuenta de que es posible para un jugador cometer esta infracción causando potencialmente estos sentimientos en individuos distintos que su oponente. Los participantes en otras partidas, espectadores, u oficiales de torneo son todos potenciales receptores de los efectos dañinos de la mala conducta del jugador. La penalización de Pérdida de Partida debería ser aplicada al jugador ofensor incluso si la persona potencialmente perjudicada por sus acciones no es su oponente en la ronda actual.
Finalmente, cabe destacar que en realidad los incidentes de Conducta Antideportiva — Mayor son bastante raros. Las comunidades locales de jugadores de Magic tienden a ser correctas incluso sin la presencia de los jueces. Aquí aplica el comportamiento básico en sociedad; los jugadores son seres humanos en primer lugar. La mayoría de los jugadores ya procuran no actuar de formas no aceptadas por la sociedad, por ello estas infracciones son poco usuales.
Esto puede incluir insultos basados en raza, color, religión, nacionalidad, edad, género, discapacidad u orientación sexual.
Por otro lado, la infracción no depende de si a alguien se le hizo en realidad sentir mal de cualquiera de estas formas. La IPG no tiene manera de medir o normalizar la forma en que una persona es ofendida. Nosotros, como jueces, tampoco queremos que el nivel de ofensa dicte la severidad de una sanción a un jugador, ya que esto es altamente subjetivo. De igual manera, un comentario genérico que simplemente molesta u ofende a otra persona no es necesariamente suficiente para Conducta Antideportiva — Mayor. Una vez más, lo que es importante aquí es si la acción podría crear sentimientos de ser acosado, amenazado o intimidado. Aquí, los jueces deben tener cuidado y asegurarse que su propia forma de ver la situación no haga que se trate a los jugadores de manera injusta. Los jueces deben ser conscientes en no subestimar ni exagerar una penalización por Conducta antideportiva por sus propios prejuicios personales.
Las amenazas de violencia física deben ser tratadas como Conducta antideportiva — Comportamiento agresivo.
Es posible que quien ofende cometa esta infracción sin intención de malicia o daño al sujeto molestado.
De hecho, si un jugador que ha cometido la Conducta Antideportiva — Mayor lo hace con mala intención, significa que ha actuado con la intención específica de crear un ambiente tóxico para los demás, entonces la sanción por esta infracción debe ser aumentada a una Descalificación como se explica a continuación.
Ejemplos
- A. Un jugador usa un insulto racial contra su oponente.
- B. Un jugador toma fotos inapropiadas de otro jugador sin su permiso expreso.
- C. Un jugador le pide una cita a un espectador, se la niegan, y continúa insistiendo.
- D. Un jugador obstruye el paso a propósito a otro jugador intentando inducir el contacto físico.
- E. Un espectador utiliza redes sociales para intimidar a otro jugador.
Para ayudar a establecer la diferencia entre esta infracción y algunos otros errores parecidos aunque diferentes, aquí hay algunos “anti-ejemplos” de comportamiento que no deben ser considerados por lo general Conducta Antideportiva — Mayor. Puede ser útil repasar estos “anti-ejemplos” después de leer otras secciones de esta anotación.
Anti – Ejemplos
Z. Después de perder una ronda, un jugador amenaza físicamente a su oponente usando un insulto racial y diciendo que lo espera fuera del torneo.
Si bien es cierto que esto sin duda puede producir sentimientos de acoso y de amenaza, esto no es Conducta Antideportiva — Mayor, ya que cumple más específicamente con la definición de Conducta antideportiva — Comportamiento agresivo. La amenaza de violencia es una preocupación más grave, por lo tanto tiene prioridad.
Y. Después de perder su ronda, un jugador tira su silla enfadado contra un grupo de espectadores, pero no daña a ninguno de ellos.
Una vez más, esto no es Conducta Antideportiva — Mayor. La violencia dirigida hacia alguien se clasifica de forma más adecuada como Conducta antideportiva — Comportamiento agresivo.
X. Un jugador se niega a estrechar la mano de su oponente después de perder una partida muy pareja. El rival, sin ninguna razón para creer lo contrario, supone que la negativa se debe a su género.
Esto no es Conducta Antideportiva — Mayor, o cualquier otra infracción, la verdad. Como se ha dicho en la introducción a Conducta antideportiva, el comportamiento no deseado no es lo mismo que una falta de comportamiento deportivo. Rechazar un apretón de manos amistoso podría no ser muy agradable, pero en realidad no va en contra las reglas.
W. Un jugador abre su material sellado y exclama para sí con disgusto, “Estas cartas son gays!”
Una vez más, esto no es Conducta Antideportiva — Mayor, aunque podría ser Conducta antideportiva — Menor. Si bien declaraciones de este tipo seguro son ofensivas para algunas personas, es poco probable que generan sensación de acoso o amenaza, ya que no se dirigen específicamente a nadie. El mero hecho de ofender a los demás no es suficiente para cumplir con los criterios de esta infracción; para que algo sea considerado Conducta antideportiva — Mayor, debe razonablemente causar uno o más de estos sentimientos. Ten en cuenta que con la penalización de Conducta antideportiva — Menor, a el jugador se le debe hablar acerca de este comportamiento y pedirle que no lo repita.
V. Un jugador que está perdiendo grita insultos repetidamente a sí mismo durante su partida y se le sanciona con una advertencia por Conducta antideportiva — Menor. Durante la siguiente ronda, el jugador sigue utilizando los mismos insultos.
Del mismo modo, esto no es Conducta Antideportiva — Mayor. Las infracciones repetidas de Conducta antideportiva — Menor no son aumentadas automáticamente a Conducta Antideportiva — Mayor. Consulta Conducta antideportiva — Menor en la IPG para orientarte sobre el tratamiento de las recurrencias de ese error.
Filosofía
Un ambiente seguro es una expectativa básica de cualquier asistente a un torneo. La intimidación socava la seguridad e integridad de un torneo.
Los jugadores que conscientemente creen situaciones dañinas u hostiles en un evento se espera que corrijan el comportamiento inmediatamente y demuestren arrepentimiento o sean removidos.
Determinar si un jugador demuestra remordimiento requiere al menos un nivel básico de atención y empatía. Declaraciones como “Lo siento”, y “No debería haber hecho eso”, son buenos indicadores de que un jugador se arrepiente de sus acciones y no va a repetirlos. Por el contrario, las declaraciones como “Fue sólo una broma” o “Esto es ridículo” son posibles señales de alerta que indican que un jugador aún no entiende las consecuencias negativas de su comportamiento, o simplemente no está preparado para participar en un ambiente no amenazante. Los jueces deben tener especial cuidado en asegurarse que los ofensores que se muestran en desacuerdo o que están molestos sobre una sanción de Pérdida de Partida tengan la oportunidad por separado de mostrar remordimiento por sus acciones. Un jugador que no demuestra un sincero arrepentimiento debe ser informado de que si continúa haciéndolo será descalificado. Un ultimátum como “Si quieres seguir jugando hoy, necesitas convencerme de que esto no va a pasar nuevo”, puede ser suficiente para impulsar el arrepentimiento y la humildad necesaria para que al jugador se le permita permanecer en el evento. Ten en cuenta que “No estoy de acuerdo contigo, pero voy a parar,” debe ser una respuesta aceptable.
Por la naturaleza conflictiva de esta infracción, los jueces necesitan detener cualquier partido en curso y separar a los jugadores.
Se debe tener cuidado de no empeorar la situación si es posible. El ofensor será removido del área para recibir la penalización, y educación sobre por qué el comportamiento no es aceptable sin importar las excusas.
Es importante que los jueces se recuerden a sí mismos mantener la calma. Cuando se trata de Conducta Antideportiva — Mayor, la primera prioridad de un juez es la de apaciguar la situación, que será difícil o imposible si ese juez está enojado, molesto, o visiblemente nervioso. La evaluación de la penalización sólo debe hacerse una vez que todo lo demás esté bajo control.
Puede que necesiten unos momentos para tranquilizarse.
Debido a que la sanción por esta infracción es una Pérdida de Partida, es poco probable que la solución de lugar a una demora para el evento, incluso cuando se necesita un tiempo considerable para ayudar a que los jugadores se tranquilicen. Ya que la partida terminó, no suele ser necesaria una extensión de tiempo.
Se anima a pedir disculpas, pero el deseo de los otros individuos de no interactuar con su acosador debe ser respetado.
Sin embargo, un jugador con ganas de pedir perdón es una buena indicación de que él o ella está demostrando suficiente remordimiento como para que se le permita seguir jugando después de recibir su sanción. Esto es cierto incluso si a él o a ella no se le da la oportunidad de disculparse. Los oficiales deben investigar estos asuntos tan pronto como sean avisados de ellos. Ten en cuenta que debido a que la penalización por esta infracción es una Pérdida de Partida (o Descalificación), al igual que con todas las penas superiores a una Advertencia, el Juez Principal debe tomar conocimiento del hecho antes de que se emita. Sin embargo, la prioridad principal cuando se trata de Conducta Antideportiva — Mayor es la de controlar la situación separando a los jugadores y calmando a las personas involucradas. Los jueces deben asegurarse que se cumpla este objetivo antes de tomar otras medidas.
Si determinan que la infracción no coincide con los criterios para Conducta Antideportiva — Mayor, igualmente se recomienda hablar con los jugadores para evitar futuros malentendidos.
Es aconsejable fomentar un entorno seguro y no amenazante, adecuado para familias, hablando con los jugadores sobre su conducta hostil. Los jueces no tienen que esperar hasta que un jugador realmente cometa una infracción para involucrarse. La proactividad por parte de los jueces al detectar e intervenir en estas situaciones es siempre una buena idea. Por otra parte, por lo general se le debe hablar a los jugadores acerca de su conducta ofensiva, incluso si no están recibiendo una sanción.
Solución adicional
El jugador debe corregir su comportamiento de inmediato.
Si la ofensa ocurre al final de una partida, es aceptable que el juez aplique la penalización para la próxima partida. Como regla general, si un jugador que ha cometido Conducta Antideportiva — Mayor ya ha ganado (o todavía no ha perdido) la partida actual, la sanción debe aplicarse en la misma ronda, con los resultados de las partidas actualizados por el juez tal y como sea necesario. Por el contrario, si el jugador que comete la infracción ya ha perdido la partida actual, la pena se aplica a la siguiente ronda en su lugar. Ten en cuenta que esto representa una filosofía muy diferente de la de la mayoría de las otras infracciones que se encuentran en la IPG. Con la mayoría de los demás errores, por lo general es apropiado aplicar la sanción en el juego en el que se ha cometido el error independientemente del estado del juego o registro de cualquier jugador. Por ejemplo, si un jugador comete una tercera Violación de Regla de Juego, la penalización debe casi siempre ser aumentada a Pérdida de Juego para el juego actual, incluso si ese jugador va muy por detrás en la partida, se enfrenta a daño de combate letal, o está de otra manera a punto de perder. Sin embargo, esto no es así para la Conducta Antideportiva — Mayor. La razón de este cambio en la filosofía es simple. A diferencia de la mayoría de las infracciones, es posible que un jugador cometa Conducta Antideportiva — Mayor después que la ronda haya terminado, pero antes que los jugadores se hayan levantado de la mesa. Si un jugador ya ha registrado una Pérdida de Partida en el curso normal del juego, pero se las arregla para cometer este error durante la misma ronda, aplicar la Pérdida de Partida de inmediato puede dejar de tener el impacto deseado en el ofensor, y probablemente no ayudará a educarlo en que sus acciones son inaceptables. Algunas soluciones adicionales, como retrasar la penalización hasta la siguiente ronda, suelen ser necesarias para impartir justicia en este caso. Los errores significativos conllevan penalizaciones acordes.
Aumento
Si la ofensa fue cometida con mala intención, el jugador no muestra arrepentimiento, o la ofensa es repetida más adelante, la penalización es Descalificación y expulsión del local.
Por otro lado, y para citar a Sean Catanese, “Si un jugador tiene la intención de intimidar o controlar involuntariamente a alguien con sus acciones y sin embargo no llega a ser pura y simplemente agresivo o amenazante (comportamiento agresivo) pero sigue queriendo activamente dañar a alguien, ese jugador no tiene cabida en un evento de Magic.” Los jugadores que se ajusten a este perfil deberían ser descalificados y expulsados del evento. Un jugador que toma fotos inapropiadas de otro jugador porque él o ella piensa que es divertido, probablemente no está actuando con mala intención. Un jugador que toma estas fotos con el fin de utilizarlas para burlarse públicamente del tema, probablemente lo está. Un jugador que le pide continuamente a otro jugador una cita porque piensa que puede convencerle de que cambie de opinión, probablemente no está actuando con mala intención. Un jugador que continúa pidiendo salir porque sabe que está incomodando al otro, probablemente lo está. Un jugador que emplee un insulto racial debido a que se siente frustrado y enojado, probablemente no está actuando con mala intención. Un jugador que emplee un insulto racial dirigido a propósito como insulto probablemente lo está. La necesidad de manejar estos dos tipos de casos de manera diferente se debe a que las sanciones tienen sus límites naturales. Entre otras cosas, las sanciones sirven para educar, y una Pérdida de Partida se supone que ayuda a enseñar la lección de conducta social adecuada. Sin embargo, lo más probable es que la educación básica no sea suficiente para corregir a un jugador que ha elegido cometer Conducta Antideportiva — Mayor maliciosamente, ya que puede haber cuestiones más profundas con él o ella que la simple ignorancia. A veces, la Descalificación es la única opción adecuada. Lo mismo puede decirse de los jugadores que no muestran remordimiento ni se abstienen de repetir el mismo comportamiento perjudicial. La educación adicional probablemente no sea eficaz para estos jugadores, por eso lo que se debería hacer es descalificarlos también. Para obtener más información, puedes leer estos artículos de Toby Elliott sobre la Política de cambios en M15 y de Sean Catanese sobre actualizaciones de Conducta antideportiva — Mayor.