101 razones para ser juez – por Juan Del Compare

Voy a cumplir 20 años de juez y hay una pregunta que todavía me hacen, y todavía me cuesta responder. ¿Por qué somos jueces? Creo que se debe a que las razones van cambiando a medida que vamos creciendo como persona y como juez. Vamos a sincerarnos: no tengo la respuesta para darles. Tengo MIS razones, que son muchas y han ido variando a lo largo del tiempo, y que voy a contarles con un poco de historia de por medio. Pero el mes que viene podría dar otra respuesta. Lo que sí creo que vale la pena es buscar la respuesta, y tener la pregunta a mano para cada vez que necesitemos.

Querer que se juegue según las reglas

En 1995, las reglas de Magic eran muy distintas. Más complicadas en varios aspectos (interrupciones, daño en pila, cartas escritas de manera rara, menos traducciones, etc). Con mi grupo de juego teníamos siempre discusiones sobre cómo se usaba una carta, y acabamos consensuando “house rules” o inventando cosas. Podría decir que ahí despertó mi vocación. Incluso sin internet, conseguí las “reglas completas” y un manual que era un libraco donde explicaba todo con detalle. Estudié, y a partir de ahí cada vez que teníamos una discusión, sacaba las reglas y zanjaba la disputa.

Querer que no haya tramposos o gente que “dobla” las reglas en su beneficio

Ya en 1996 empecé a organizar torneos oficiales, y si bien ocupé enseguida el lugar de organizador, seguía siendo el más preparado del grupo para dar rulings. Sentía que me movía un deseo de ver “juego limpio”. No sólo en el sentido de que nadie haga trampa (o detectar y sancionar la misma para que no pase más), sino de jugar “según las reglas”. En esos años todavía faltaba pulir bastante varios aspectos, y a medida que los jugadores encontraban agujeros en las reglas, me fui metiendo en la parte filosófica, aplicando el sentido común y el entendimiento para dar rulings que no estuvieran explícitos en los documentos.

La compensación

Los primeros torneos los organizábamos por gusto, pero el poco tiempo los eventos crecieron, y organizar eventos de 60-100 personas era un trabajo arduo. Trabajo que empezaba a ser compensado en producto. De pronto, estaba haciendo algo que me gustaba, con un juego que me gustaba, y recibía una paga por ello. ¡Jackpot! Entrar en el terreno de la compensación, del trabajo voluntario, del trabajo rentado y demás, se que es pantanoso. Hay muchas historias dando vueltas, nadie tira la posta de qué pasó, dónde y con quién, y salir de tu tienda amiga a juecear un Grand Prix es toda una aventura en sí mismo. Pero la “compensación” no es un aspecto que podamos ignorar. Ya sea porque aumentás tu colección de cartas, o porque lográs vivir de juecear (¡explicame cómo!), la compensación existe y es un motivo de mayor o menor peso para algunos al momento de decidir seguir como jueces de Magic.

Mantener la relación con el juego y la comunidad de jugadores, pero desde otro lugar

Otro aspecto en mi historia tiene que ver con la frustración como jugador competitivo. De a ratos jueceaba, de a ratos organizaba, pero tenía ahí mis mazos y mis cartas, y yo también quería jugar torneos. Iba a jugar “Tipo II” (Estándar) allá por la época de Mirage-Tempest-Saga. Como estudiante con pocos ingresos, conseguir las cartas caras como Cursed Scroll o después el Rishadan Port era complicado, e incluso una vez que me armaba el mazo, tenía pocos logros. Pero me gustaba estar ahí, me gustaba el ambiente, me gustaban los torneos. Era claro que para poder ser un jugador competitivo tenía que dedicarle mucho más tiempo y esfuerzo, los que tenía enfocados en mi carrera universitaria. Ahora, como juez, podía participar de estos eventos, no tenía que testear (bueno, sí mantenerme al tanto con las reglas y rulings), recibía una compensación… ¡me cerraba!

Hacer nuevos amigos

Los años fueron pasando, fui conociendo más jueces, viajé por muchísimos lugares gracias a Magic y aprendí muchísimo sobre mí, el juego, y el mundo en general. Cuando leen por ahí en reportajes “¿por qué seguís siendo juez después de todos estos años?” y responden “por la gente”, esa sensación es real. Obvio que depende de cada uno, pero estar ahí en los torneos, ser parte de la comunidad de jueces; te hace conocer y ver cosas a las que les tomás cariño y querés seguir siendo parte de eso que antes no sabías ni que existía.

Mejorar personal y profesionalmente

Capítulo aparte sobre “la comunidad” de jueces. A medida que se van metiendo más y más, es probable que empiecen a notar cosas que no les gustan. Cosas que necesitan ajustarse, corregirse o con las que simplemente no están de acuerdo. En todos estos años creanme que vi muchas de esas. Algunas incluso me dieron ganas de soltar todo y ponerme a jugar otra cosa. Pero decidí quedarme y pelearla desde adentro. Si quieren que el juego mejore, si quieren que la comunidad de jueces mejore, no lo van a hacer yéndose.

Como jueces nos ponemos en un lugar donde nos animamos a ser agentes de cambio. Nuestra presencia e intervención en los torneos es para que sean mejores. Con nuestra comunidad, e incluso con nosotros mismos, es lo mismo. Solo logramos un cambio si nos hacemos cargo y trabajamos para crear ese cambio.

El programa de jueces permanentemente nos propone nuevos desafíos. ¿Así que sabés de reglas? Genial, y ¿sabés cómo dar un ruling eficientemente, hablar con los jugadores? ¿Y cómo iniciar y seguir una investigación, para determinar si alguien está haciendo trampa? Viste algo que no te gustó en un juez, ¿sabés cuál es la mejor manera de decírselo para que pueda mejorar y no se lo tome mal? ¿Tenés idea de cómo manejar un evento de 20 personas? ¿Y de 50, 100 o 1200? ¿Evaluar jueces, organizarlos y delegarles tareas? ¿Proyectos? Todo esto parece muy relacionado con juecear, pero realmente influencia nuestra vida en muchos otros aspectos. Nos da formación que después usamos en cualquier cosa. Hay muchos jueces que agregan su experiencia en Magic como parte de su currículum, porque esas cosas que aprendieron los hicieron mejores personas.

Y otras 95 razones

¿Cómo ves estas razones que te fui tirando? ¿Identificás cuáles te llevaron a convertirte en juez? ¿Cambiaron con el tiempo? Te dejo algunos otros títulos, por si te sirven.

  • Ampliás tus redes sociales
  • Descubrís en qué sos bueno y qué tenés que mejorar
  • Satisfacción de la tarea cumplida al terminar un evento exitosamente
  • Capacidad de crítica y autocrítica frente a diversas situaciones
  • Probar tus conocimientos
  • ¡Es divertido!

¿Y vos, por qué te hiciste juez de Magic? ¿y por qué seguís siéndolo?

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